Prevención
A salvo de los perros
No vamos a poder evitarlo. Tengamos o no un perro en casa, los niños convivirán con el mejor amigo del hombre. Por eso, conviene cuidar a nuestra mascota y establecer unas normas que nuestros hijos deben cumplir para evitar accidentes.
Para evitar accidentes desagradables y enfermedades infecciosas relacionadas con esta mascota, es necesario establecer unas reglas básicas que deben cumplir tanto los dueños del perro como los niños que convivan con el animal o se acerquen a él para jugar.
El dueño del perro debe
- Tratarle con cariño y paciencia desde cachorro.
- Adiestrarle para que conozca los límites que no puede sobrepasar.
- Tenerlo identificado (mediante chip o tatuaje), censado y asegurado.
- Tomar las medidas higiénicas apropiadas para tenerlo limpio y sano.
- Llevarlo periódicamente al veterinario para que lo desparasite.
- Tener al día las vacunas contra el parvovirus, el coronavirus y la rabia, así como la «triple canina» (moquillo, leptospirosis y hepatitis canina).
- Llevarle siempre atado en los lugares públicos.
Respecto a los niños
- No se puede dejar a un niño a solas con un perro. Es imprescindible que les acompañe un adulto.
- Si el animal vive en casa, no debe dormir en la habitación del niño. Así se evita que el pequeño se sensibilice alérgicamente o reciba un mordisco.
- Los niños no deben molestar a un perro mientras come o duerme. Puede pensar que le quitan la comida y reaccionar agresivamente.
- Asegurémonos de que el pequeño no ofrece comida al perro en los recipientes que usa la familia para comer, ni le deja rebañar las sobras directamente en su plato.
- Nunca debe meter la mano en la boca del perro, para evitar el riesgo de ser mordido. Tampoco debe dejarse lamer: los perros husmean todo con el hocico y pueden transmitir enfermedades a través de la saliva. Es preciso que tanto los niños como los adultos nos acostumbremos a lavarnos las manos con agua y jabón después de jugar con un perro.
- Un niño no debe acercarse nunca a un perro callejero, pues sus reacciones son imprevisibles y puede atacarle.
- Si el niño es mayor, no debe intentar separar a dos perros que se estén peleando porque hay muchas posibilidades de que le muerdan a él