Asma
Asma: una casa sin ácaros
Consejos para mantener la casa libre de ácaros del polvo, cuando tenemos un niño o un bebé con asma.

Es fundamental ventilar la casa con frecuencia: una hora por la mañana o tres o cuatro veces durante el día. Los ambientes secos favorecen a los niños con asma.

Si tienes un bebé o un niño asmático, evita las cortinas gruesas y lávalas al menos cada tres meses.

Las escobas y plumeros tienden a levantar el polvo sin eliminarlo. Lo mejor es limpiar el polvo con un paño húmedo y aspirar la habitación.

Las alfombras acumulan mucho polvo y los niños pequeños juegan mucho en el suelo. Es mejor quitar las alfombras o, si se dejan, que sean de pelo corto.

Si tu hijo o tu bebé tiene asma, es mejor que no haya peluches ni cojines en su habitación.

Utiliza fundas antiácaros para el colchón y las almohadas, lava la ropa de cama con agua caliente (a 60º) y aspira el colchón todas las semanas, insistiendo en los bordes.