Primeros dientes: consejos para aliviar el dolor
Medidas muy sencillas para paliar las molestias que los primeros dientes ocasionan al bebé

Una rodaja de manzana, una zanahoria fresquita, lavada y pelada para que la mordisquee a su gusto, eso sí, vigilándole para no la parta y se atragante.

Cuando uno está entretenido, todo duele menos. Para distraerle, podemos ver juntos un cuento, jugar con él al cucú-tras, a las construcciones de bebés...

Cogerle en brazos, acariciarle la carita... Los gestos cariñosos de papá y mamá le relajan mucho cuando está inquieto.

Al principio es suficiente con pasarle una gasa humedecida con agua por la encía para eliminar cualquier resto de comida y leche. A algunos bebés este masajito les alivia.

Otra opción es usar un cepillo blando de silicona que se introduce en el dedo del adulto y sirve para masajear y limpiar.

Lo que más le alivia es frotarse las encías. Los mordedores que se meten en el congelador (van rellenos de agua) le ayudan mucho. El frío reduce la inflamación e insensibiliza la encía.

A partir del año, podremos dejarle un cepillo de dientes, adaptado a su boquita, para que lo explore (sin perderle de vista).