
Indicadores de felicidad infantil
¿Cómo saber si un niño es feliz? Las diez señales de felicidad infantil que debes conocer
Si te preguntas a menudo si tu hijo estará creciendo siendo un niño feliz, te ayudamos a saber si la respuesta es afirmativa. Aquí están las diez señales que ayudan a detectar felicidad en los más pequeños.
Sin duda, uno de los objetivos de todo el que es padre o madre es hacer feliz a su hijo. Que recuerde su infancia con un buen sabor de boca.
De acuerdo a diferentes estudios científicos, de nuestra infancia recordamos los momentos y no tanto los juguetes u objetos que la protagonizaron. Por eso, si quieres hacer feliz a tu hijo, el primer consejo que hemos de darte es que le nutras de tiempo de calidad, de momentos agradables y de experiencias que puedan llevar siempre en su corazón, pues serán su más preciado tesoro.
De hecho, el resultado de esos estudios científicos los puedes comprobar en tus propias carnes: si te preguntáramos por tu infancia, ¿qué es lo primero que te vendría a la mente? Posiblemente, no sea nada material.
Como decimos, la felicidad es una de las mayores preocupaciones de todos los padres, quienes, en un mundo en el que las prisas son las protagonistas, buscan recovecos para conseguir pasar tiempo con sus hijos y hacerles felices de alguna manera.
Si sois de esas familias que se preguntan cómo saber si el niño está siendo feliz en su desarrollo, esto te interesa. Hemos recopilado unas cuantas señales (siempre basadas en la opinión de los expertos) que indican felicidad en los más pequeños.
Son señales sutiles y diarias que nos devuelven sin darse cuenta, así que si quieres captarlas, tendrás que estar muy pendiente de tu pequeño y prestar mucha atención a cada cosa que te diga o cuente. Solo así, sabrás identificar la verdadera felicidad en sus ojos y en su corazón.
Y es que, muy posiblemente, el niño o te diga de manera directa lo feliz que es porque, quizás, ni siquiera sabe qué es eso de la felicidad, aunque lo esté experimentando. Será un poquito más adelante, cuando alcance la madurez emocional (sobre los 8 o 9 años, quizás, ya tengan la suficiente) cuando lo expresarán con palabras. Hasta entonces, nos lo harán saber a través de sus actos.
¿Quieres saber si tu hijo es feliz? Sigue leyendo porque te contamos cuáles son las señales más claras y sencillas para averiguarlo.

La psicóloga Grabiela Matienzo compartió hace un tiempo uno de los trucos que utiliza en su consulta para medir el nivel de felicidad infantil y que todos podemos utilizar en casa: el test de los tres deseos.
Es muy sencillo de implementar: pregunta a tu hijo qué tres deseos pediría, si pudiera pedirlos y su respuesta te devolverá el grado de felicidad que está experimentando.
Si quieres saber cuáles son esos tipos de respuesta y cómo medirlos, te lo contamos en este enlace.

Efectivamente, las rabietas son un indicador de que la educación emocional y, por ende, la felicidad del niño van viento en popa. A través de ellas, tu peque te contará cómo se sienten y qué necesita.

Un niño que se muestra receptivo a recibir señales de cariño y afecto de sus padres y sus iguales es un mero indicador de que es un niño feliz.
Y es que, uno de los rasgos más característicos de la tristeza e, incluso, de la depresión infantil es la evasión y la tristeza en los ojos del menor.

El sociólogo Carlos Hernández nos contaba hace algunos años que uno de los mayores indicadores de felicidad en los más pequeños es su sonrisa: si sonríe habitualmente, es buena señal.

Otro de los rasgos más característicos de los problemas emocionales y de la depresión y apatía de los niños es la irritabilidad: suelen estar más agresivos que de costumbre.
Si, por el contrario, se muestran comprensivos y no tienen comportamientos salidos de tono, podemos estar tranquilos en ese sentido.

Los niños que interactúan con otros niños de manera sana y alegre, también pueden ser niños felices.

“Si está motivado cuando realiza actividades, ya sean lúdicas, deportivas o intelectuales, es que, probablemente, sea feliz”, nos contaba el mismo profesional antes nombrado.

La irritabilidad y la agresividad se identifican con un lenguaje negativo, así que si hablar en clave positiva, también es sinónimo de felicidad.
Relacionado con esto podríamos hablar de los colores que utiliza en sus dibujos: si a menudo usa colores apagados y tristes (marrones oscuros, negros grises,…) posiblemente tenga algo en su interior que le preocupa.

“Los niños felices son capaces de recuperarse ante los acontecimientos negativos de forma satisfactoria en un periodo ‘normal’ para la situación estresante vivida”, aseguran los psicólogos de Psico Adapta en su página web.
A esa capacidad se le conoce como ‘resiliencia’, un rasgo de los niños felices.

Otra de las formas de comprobar si tu hijo es feliz es haciendo nuestro test en el que te daremos un montón de información conforme a tus respuestas a cada pregunta.