Una de las preocupaciones comunes entre padres y madres es el momento en que los niños comienzan a compartir sus juguetes. Aunque compartir es un comportamiento deseado, la realidad es que para los más pequeños no siempre es fácil. La buena noticia es que con el tiempo, paciencia y guía, los niños pueden aprender a compartir de forma natural.
¿A qué edad aprenden los niños a compartir?
Compartir no es una habilidad innata, los niños pequeños suelen tener un enfoque centrado en sí mismos durante los primeros años de vida por pura biología, es lo más normal y no debe preocuparnos.
Los psicólogos infantiles coinciden en que el proceso de aprendizaje para compartir es gradual. No se puede forzar a un niño pequeño a compartir si no está preparado, ya que esto puede generar frustración y sentimientos de incomprensión. Los expertos también subrayan que cada niño es diferente, y mientras unos pueden estar dispuestos a compartir desde los 3 años, otros podrían tardar un poco más.
Con 2 años: todo es mío
Alrededor de los 2 años, los niños todavía están en una etapa de desarrollo donde predomina el egocentrismo infantil. Esto significa que les cuesta comprender las necesidades o deseos de los demás y, por lo tanto, no sienten la necesidad de compartir.
Según la teoría del desarrollo de Jean Piaget, el egocentrismo es una fase natural en el crecimiento cognitivo de los niños pequeños, y no debe verse como algo negativo. A medida que desarrollan la empatía y comprenden mejor las emociones de los demás, el compartir se convierte en una conducta más habitual.

A partir de los 4 años
A partir de los 3 años, algunos niños comienzan a mostrar signos de interés por compartir, especialmente si han sido expuestos a entornos sociales como la guardería o el parque, donde ven a otros niños interactuar. No obstante, es común que todavía haya momentos de resistencia, ya que están aprendiendo a gestionar sus emociones y a entender el concepto de propiedad.
Entre los 4 y 5 años, los niños ya tienen una mejor comprensión de las normas sociales y es más probable que compartan juguetes, aunque en ocasiones aún puedan tener conflictos. Esta es la edad en la que comienzan a darse cuenta de que compartir puede mejorar las relaciones con sus amigos y evitar discusiones.
Un especialista reconocido en el ámbito del desarrollo infantil que ha abordado el tema de cómo los niños aprenden a compartir es T. Berry Brazelton, un destacado pediatra y experto en desarrollo infantil. Brazelton, autor de numerosos libros sobre la crianza y el comportamiento de los niños, ha hablado sobre las fases del desarrollo social de los pequeños, incluido el concepto de compartir y cómo este surge a medida que los niños maduran emocional y cognitivamente.
En su enfoque, Brazelton sugiere que los niños necesitan tiempo para desarrollar la empatía y el reconocimiento de las necesidades de los demás, lo cual es clave para el acto de compartir. También subraya la importancia de la paciencia por parte de los padres y del modelado de comportamientos positivos.

Consejos para ayudar a los niños a compartir
Como padres, es esencial ser pacientes, modelar el comportamiento y guiar a los niños con amor y comprensión para que aprendan a compartir de manera natural y siempre teniendo en cuenta que cada niño tiene sus propios ritmos y sus tiempos, incluso entre hermanos, cada niño es distinto a los demás y hay que respetarlo. Con el tiempo, los niños desarrollarán habilidades sociales que les permitirán disfrutar más de las relaciones con los demás.
Aunque compartir es algo que los niños aprenderán con el tiempo, como padres podemos ayudar a facilitar este aprendizaje poniendo en práctica algunos sencillos consejos como estos:
- Los niños aprenden observando, por lo que si ven a sus padres compartir de forma natural (por ejemplo, al repartir comida o juguetes con otros), es más probable que ellos también lo hagan.
- Siempre es una buena idea organizar actividades o juegos donde compartir sea necesario porque es una excelente forma de enseñar este valor. Juegos en equipo o turnarse para usar un juguete son buenas opciones.
- Cuando tu hijo comparta de manera voluntaria, asegúrate de elogiarlo. Los refuerzos positivos siempre son de gran ayuda para que los niños asocien el compartir con emociones positivas.
- Es importante no obligar a los niños a compartir si no quieren. En lugar de eso, explícale cómo se siente la otra persona cuando comparte y resalta los beneficios de hacerlo.
