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Consejos para proteger los ojos de la familia cuando viajas a la nieve

La nieve puede reflejar hasta el 80% de la luz en comparación con otras superficies como la arena o el agua, por lo que una exposición prolongada y sin protección aumenta el riesgo de queratitis y de lesiones en la retina, quemaduras en la córnea e, incluso, la posibilidad de acelerar la formación de cataratas.

Aunque por momentos el tiempo quiera hacernos creer que estamos en primavera, lo cierto es que nos encontramos en plena época invernal y, por tanto, en plena temporada de nieve y de esquí. ¿Y hay algún plan familiar más divertido en esta época que viajar con la familia a la nieve? No hace falta ser unos profesionales del esquí, basta con tener ganas de pasárselo bien construyendo un muñeco de nieve, haciendo guerras de bolas de nieve o dejándonos caer por las pendientes con un trineo. Las risas están aseguradas y, además, es una forma sencilla y divertida de acercar a los más pequeños de la casa a la naturaleza.

Pero claro, igual que tomamos precauciones cuando vamos a la playa, es necesario hacer lo propio cuando viajamos a la nieve. Protector solar, por supuesto, pero fundamentalmente gafas de sol, ya que como recuerdan desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO), “la nieve puede reflejar hasta el 80% de la luz en comparación con otras superficies como la arena o el agua”, a lo que habría que sumar otra circunstancia, la altitud, ya que “por cada mil metros de ascenso, la proporción de rayos ultravioleta en la luz solar aumenta un 10%”.

Consejos para proteger los ojos de la nieve

Como advierten desde CNOO, una exposición prolongada a los rayos UV sin las gafas de sol protectoras adecuadas puede provocar problemas oculares. Entre ellos, la queratitis, una inflamación de la córnea que afecta al 20% de los esquiadores, lesiones en la retina, quemaduras en la córnea e, incluso, la posibilidad de acelerar la formación de cataratas.

Pero la exposición de la vista al sol no es el único problema. Según señalan los expertos en esta época, debido a los cambios de temperatura y a la sequedad de los ambientes de interior, se incrementan los casos del conocido como síndrome del ojo seco, que impide al globo ocular producir lágrimas suficientes. También, estar en la nieve sin gafas aumenta el riesgo de que, debido al viento, pequeños cristales de hielo puedan penetrar en los ojos y dañar la córnea.

Para evitar todos estos riesgos, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España ofrece una serie de consejos para proteger la visión en la nieve y en invierno:

  1. Usar gafas de sol diseñadas específicamente para este tipo de actividades y que absorban al menos el 95% de la radiación UV (categoría 3 o 4 de filtro solar).
  2. Es importante que las gafas cumplan las normas ISO relevantes para protección y el marcado CE, además de ser orgánicas.
  3. Para las estaciones de esquí se recomienda escoger la categoría 4 de intensidad de color de las lentes, ya que es la que más protege en condiciones soleadas.
  4. Es básico que las lentes cubran las zonas laterales de la cara (sienes) con el fin de proteger también esta parte de las nocivas radiaciones solares.
  5. Los niños son más vulnerables a los rayos UV, por lo que hay que tener especial cuidado y darse periodos de descanso para que la exposición no sea acumulativa.
  6. En caso de dudas, acudir a un establecimiento sanitario de óptica para que un óptico-optometrista pueda atendernos y asesorarnos de forma personalizada.
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