Ideas para meriendas divertidas y saludables: ¡las mejores opciones!
La hora de la merienda es una de las más esperadas por muchos niños, pero también supone a veces un quebradero de cabeza para los padres, que buscan ofrecer opciones nutritivas, saludables y que resulten apetecibles a los niños para no caer en snacks poco recomendables. ¡Estas propuestas que os ofrecemos son ideales!
Merienda, para los más pequeños, es sinónimo de algo rico, un pequeño premio alimenticio que les espera a la salida del cole o al llegar a casa después de su (para ellos) dura jornada escolar. Pero tratemos de no caer en la confusión de ‘premiar’ con la de alimentar a nuestros hijos de forma saludable, como vemos que sucede muchas veces a esta hora del día. Prediquemos con el ejemplo, y hagámoslo desde muy pequeños, para que un bollo o una gominola no sean un regalo si se han portado bien, y una pieza de fruta no sea jamás un castigo o una obligación que ‘tienen que comer’. El objetivo es que mantengan una relación sana y feliz con la comida, también en horas libres como la merienda. Y la idea no es prohibir esos alimentos ultraprocesados y cargados de azúcar, porque eso solo consigue estimular el deseo por ellos y la ‘envidia’ de otros niños que sí los comen. Más bien al contrario, deberíamos ser capaces de hacer tan atractiva la comida sana que sea al revés. ¿Quieres algunas ideas?
Pensemos siempre si el snack de la merienda es realmente necesario o solo una convención social. Nutricionalmente hablando puede serlo si hay hambre por un exceso de actividad física o si la comida y la cena están muy separadas (por ejemplo, si en el comedor del colegio comen a las 13h y en casa no cenamos hasta las 21.30h), pero en ningún caso por costumbre (así, si el fin de semana hemos comido a las tres, no habrá una necesidad real de alimento a las cinco). Y seamos conscientes, como lo hacemos para nosotros mismos, de que cada cuerpo es un mundo: hay niños que hacen mucho deporte, los hay más o menos corpulentos o con necesidades de alimentación específicas, pero siempre lo más importante es que el balance general de la comida a lo largo del día sea equilibrado, y no que comamos todas las veces y a las horas que la convención social dicta.
No está de más recordar que la obesidad infantil es un problema de salud pública y que España está entre los países con mayor prevalencia (solo detrás de Grecia e Italia) de la misma en Europa, con un 23% aproximadamente de sobrepeso infantil, y un 18% de obesidad. Miremos a nuestro alrededor en los parques o a la salida de los colegios, seguro que somos capaces de apreciar esta proporción en nuestro entorno. Es alarmante, y en ningún modo un problema estético, sino sanitario por las enfermedades que más tarde o más temprano puede conllevar. ¿Cómo lo evitamos? Con educación, actividad física regular y, por supuesto, una buena alimentación.
Y siempre prediquemos con el ejemplo: parte de la conducta de nuestros hijos se forma en base a la imitación de modelos. Por lo que si, más allá de cuidar la alimentación de nuestros hijos, cuidamos también la nuestra, ¡el éxito será mayor!
Artículo ofrecido por Artículo ofrecido por Niklas Gustafson, experto en nutrición y Chairman de Natruly
Bizcochos
Hacer un bizcocho casero es más sencillo de lo que crees. Os recomiendo, para evitar las harinas refinadas (que no dejan de ser hidratos que provocan picos de energía y, en poco tiempo, más ‘hambre falsa’), utilizar avena en su lugar. La apariencia y la textura serán muy similares, pero tendremos un alimento más digestivo y nutritivo. Añade un plátano a la masa, o una manzana en trocitos, y su dulzor natural evitará que tengas que añadir azúcar. Y hazlo crujiente con pipas o semillas, ¡les encantará!
Fruta
La mayoría de las frutas son fáciles de comer y cómodas de transportar en sus envases naturales. Además, hay tantas a nuestra disposición en el mercado que podemos ofrecer a nuestros hijos una gran variedad. Prueba a cortar unas rodajas de manzana o naranja y a untarlas de crema de frutos secos natural, como una suculenta ‘tostada’ natural.
Otras verduras
Los tomates cherry o los bastones de zanahoria o de calabacín no son solo para ensaladas. Son alimentos muy sabrosos que constituyen un snack perfecto a cualquier hora del día. Probad a ofrecérselos y veréis que pronto serán ellos quienes los pidan. Y si les gusta ‘dippear’, un guacamole o un hummus casero harán las delicias de los más exigentes.
Barritas saludables
Busca las que no sean ultraprocesadas e incorporen solo ingredientes ecológicos. Incluso puedes hacerlas en casa con los ingredientes que más os gusten, por ejemplo: pipas de girasol, pasas, copos de avena y miel.
Smoothies de fruta
Combinados de distintas maneras, las opciones son casi infinitas. También podéis aprovechar para incorporar aquí sabores nuevos como leches vegetales o yogures de cabra u oveja.
Galletas sin trigo
No todas las harinas son iguales y, si no lo haces ya, deberías incorporar a tu dieta y a la de tus hijos las de avena o coco, ricas en fibra y proteínas y, sin embargo, sin apenas carbohidratos. Por ejemplo, podemos preparar unas deliciosas galletas con una taza de harina de coco y un plátano mediano, ¡ni más ni menos! Aplastad la fruta y amasad con la harina hasta que tome consistencia y no queden grumos. Después solo hay que separar en pequeñas porciones, aplastar y hornear unos doce minutos. Fácil, rápido y delicioso.
Chocolate
Sí, ¿por qué privarles de este placer (y hablo desde el punto de vista científico, ya que está comprobado que el chocolate estimula la serotonina y eleva el estado de ánimo)? De nuevo, elegid tabletas o untables de crema de cacao que sean naturales, sin aditivos artificiales, sin azúcares añadidos y sin edulcorantes. Y que no os engañen las etiquetas de ‘light’, de 0% azúcares (pero repletos de edulcorantes artificiales) o las que atraen a los pequeños con dibujitos o mensajes divertidos. Revisad siempre la lista de ingredientes.
Magdalenas... ¡de yogur!
Yogur natural, un plátano y crema de cacahuete, todo ello batido. Mezcla con un poco de granola del sabor que más os guste (siempre sin azúcar añadido, recuerda que la fruta ya hace eso por nosotros). Ponlo en moldes de magdalenas y coloca unos arándanos sobre cada una. Congela hasta que se endurezca y sorprenderás a todos con el sabor y con la presentación.
Bocadillo
Generalmente el pan que encontramos está hecho con harinas refinadas que, ya lo hemos comentado, no nos hacen ningún bien y sí pueden acostumbrar a nuestro cuerpo a picos de glucosa nada saludables pero, ¿por qué no probar con pan de maíz o con unas tortitas de arroz como soporte de un buen embutido o queso ecológico?
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