Mi hijo se despierta mucho, ¿qué puedo hacer?
Todos los niños se despiertan, pero muchos se duermen enseguida. Los que reclaman a sus padres no saben volver a dormirse. ¿Cómo ayudarles?
Como los adultos, los bebés alternan fases de sueño profundo y sueño ligero. En las fases de sueño ligero, es habitual que el niño se mueva, llore o emita algún sonido.
Habitualmente, los despertares de los bebés coinciden con los cambios de ciclo de sueño, en los cuales todos los seres humanos tenemos un casi despertar que no recordamos al día siguiente. En estos momentos (cuando el bebé hace ruiditos, parece agitado, se mueve mucho...), lo ideal es no intervenir, porque así solo se conseguiríamos espabilarle y que les cueste conciliar el sueño de nuevo.
Muchas veces, los niños hablan y nos reclaman dentro de sus sueños y si tenemos la suficiente paciencia para no hacer nada, ellos mismos se vuelven a dormir sin la necesidad de que intervenga el adulto.
Todos los niños se despiertan por la noche, pero muchos se duermen enseguida al encontrar las circunstancias que asocian al sueño (su cuna, un peluche…). Los niños que reclaman a sus padres en estos despertares lo hacen porque no saben volver a dormirse. Así que habrá que enseñarles a dormir con mucho cariño.
Cuando se despierte, acude a su lado, háblale bajito para crear un clima de afectividad que facilite el sueño. Lo ideal es tranquilizarla sin sacarla de la cuna, y abandonar su cuarto antes de que se duerma. Así sabrá que puede contar contigo cuando tiene problemas, pero que debe dormirse sola. Pero esto no es una norma rígida, a veces los niños lloran porque les duele algo. Fíate de tu instinto de madre.
Una de las condiciones que favorecen el buen sueño del niño es la sensación de seguridad. Acariciarle, mimarle y besarle durante el día es muy importante para el desarrollo de sus hábitos de sueño.
En la medida de lo posible, las condiciones que rodeaban al niño cuando se durmió deberían permanecer cuando se despierte. Si se durmió succionando el pecho o el chupete, necesitará succionar cuando despierte (podemos dejar varios chupetes en la cuna, para que le resulte más fácil encontrarlo). Si la luz estaba encendida y cuando despierta está apagada, se asustará... (podemos colocar un quitamiedos en un enchufe y dejarlo ahí toda la noche.
Si no lo tiene aún, intenta introducir en su rutina de sueño algún elemento de consuelo un peluche, un trapito o una mantita que le transmita seguridad cuando tú no estás cerca.