Ser Padres

Acoso escolar o 'bullying'

Un 5.7% de los niños sufren acoso escolar, afectando a niños de todas las clases sociales y estando presente en colegios tanto públicos como privados.

Desgraciadamente hemos escuchado demasiadas veces esta palabra últimamente debido a todos los casos que se están detectando en escuelas y colegios.

Cuando hablamos de bullying nos referimos a esas actitudes agresivas y repetidas, que aparentemente no obedecen a ninguna motivación y que adoptan uno o más estudiantes frente a sus iguales. Estas actitudes se dan en forma de amenazas, insultos etc. Y dan lugar a consecuencias, en ocasiones desmedidas.

Hay estudios que estiman que un 1,6% de los niños en España sufren acoso escolar de manera constante y que un 5,7% lo vive de manera ocasional. Aunque estos datos se dan de la misma manera alrededor del mundo, el acoso escolar afecta a niños de todas las condiciones sociales y está presente en colegios públicos y privados.

Tipos de acoso

  • La coacción es la forma de bullying que más se repite. El “verdugo” se vale de la violencia para obligar a la víctima a actuar contra su voluntad, de esta forma, consigue además acumular cierto poder entre el resto de compañeros.
  • Bloqueo social, que consiste en aislar a la víctima del resto de alumnos, impidiéndole tener relación con ellos (hablar, jugar, etc).
  • El hostigamiento se fundamenta en ridiculizar a la víctima menospreciándola constantemente y en proferir burlas sobre ella, casi siempre en presencia de otros alumnos.
  • La exclusión social se diferencia del bloqueo en que el objetivo del acosador es generar un vacío total alrededor de la víctima, procurando que el pequeño “desaparezca” para el resto de compañeros.
  • La intimidación, un tipo de bullying que se repite más entre las niñas y que consiste en perseguir a la víctima no solo durante la jornada escolar, sino también en cualquier otro ámbito.

Consecuencias

El bullying o acoso escolar trae consigo muchas consecuencias. Algunas de ellas son:

  • Baja autoestima. Comienzan a tener una imagen de sí mismos distorsionada y dañada.
  • Fracaso escolar. Los niños que son acosados pierden el interés por los estudios y evitan ir al colegio.
  • Adquieren fobias. Miedo a todo: dormir solo, salir de casa, etc.
  • Depresión. Los niños comienzan a sentirse mal y no confiar en nadie.
  • Actitud pasiva. No les importa nada ni nadie.
  • Cambios constantes en su estado de ánimo. Pesadillas, terrores nocturnos, etc.

Papel de los padres

La mediación de los padres frente a este fenómeno de acoso escolar es muy necesario. En el caso de que los padres sospechen que su hijo es acosado:

  • Hay que investigar con detalle lo ocurrido. Escuchar al niño sin interrumpirlo, dejando que se desahogue.
  • Alertar al profesor o jefe de estudios acerca de lo que ocurre y pide su cooperación para resolver el caso.
  • No estimular la venganza. Solo se empeora la situación.
  • Enseñarle alternativas para responder a los acosadores. Respuestas asertivas.
  • Mantén la calma. Demuestra determinación y se positivo.

Cuando tu hijo es el acosador

Cuando tu hijo es el acosador, el padre o la madre jamás deben de usar la violencia para reparar el problema. Para encauzar la situación de manera positiva:

  • Investiga el por qué se comporta así.
  • Habla y pide ayuda a los profesores.
  • Observa las actividades que realiza tu hijo junto a sus amigos.
  • Escúchale. Procura que haya comunicación y confianza con tu hijo.
  • Ayuda a tu hijo a canalizar esa agresividad, que aprenda a manifestar sus frustraciones sin agresión.
  • Anímale a que reconozca su error y a que pida perdón a la víctima. Elogia sus buenas acciones.
  • Déjale claro lo que ocurrirá si el acoso continúa.
tracking