¿Es un niño introvertido? Puedes ayudarle
¿Tu hijo es más bien tranquilo y reservado? Es su carácter y debes aceptarlo. Descubre cómo tratarle y será feliz.
No hay nada malo en la introversión, ni por ser extrovertido es más feliz. Simplemente es como es. Tienes que observarlo y sacar tus conclusiones.
Eso sí, si tiene pocos amigos (o ninguno), si se pasa el día delante de los videojuegos y no se interesa por ninguna actividad deportiva, puedes echarle un cable. ¡Tiene un carácter introvertido!
Pero no todo es blanco o negro. Los niños que son introvertidos, simplemente, prefieren no exteriorizar tanto lo que sienten o piensan. Eso no significa que sean tímidos (sufren porque temen no ser aceptados).
Ahora bien, si a un niño introvertido no le respetamos su modo de ser y le llamamos "tímido", "vergonzoso", "soso", etc., puede sentirse mal y acabar volviéndose tímido. La aceptación y el respeto a cada carácter constituyen la clave de un desarrollo sano.
Aún así hay algunos trucos de padre, que pueden ayudarle.
Consejos para padres
- Es bueno facilitarle ocasiones para relacionarse con otros, sin presionar. Hay que respetar su ritmo (primero observar y luego contactar, con cautela).
- No critiquemos su propensión a moverse en grupos de amigos más bien reducidos. Puede que a nosotros nos encante ser la persona más conocida y dicharachera del barrio o la oficina, pero quizás nuestro hijo prefiera traer a su cumpleaños -sólo a un par de amigos (y entonces tal vez sea mejor llevarles al circo que organizar la clásica fiesta).
- Lo anterior no quita para que le demos ocasión de participar en actividades sociales. Quizás haya que animarle un poco, pero sin violentarle.
- Es posible que hable más despacio que los demás y piense mucho lo que dice. No hay que apremiarle; adaptemos la conversación a su ritmo.
- Puede ser conveniente avisar a su profesor de que necesita un tiempo para aclimatarse a los ambientes nuevos. Incluso podemos prevenirle, con el debido tacto, para que no cometa la torpeza de decir a sus compañeros de clase frases como: "Es que este niño es muy vergonzoso".
- Debemos tolerar, sin críticas, su tendencia a hablar en exceso (y hasta en voz alta).
- Al mismo tiempo, conviene adiestrarle en las habilidades de un buen conversador: que aprenda a respetar los turnos, a escuchar y a darse cuenta de que los demás también tienen cosas que decir.
- Como es tan charlatán, es posible que, de vez en cuando, se invente cosas. En esta edad tan imaginativa, las fantasías que un niño introvertido se limita a cocer en su cabeza, un extrovertido las pone en palabras (y a veces le salen a borbotones). Evitemos recriminarle por ello; jamás debemos llamarle mentiroso ni ridiculizarle. Al contrario: quitemos hierro al asunto y limitémonos a recordarle la importancia de la sinceridad.
- Un niño extrovertido gusta de hacer las cosas en compañía (el introvertido prefiere estar más a su aire). Conviene tenerlo en cuenta.