¿Trastorno, déficit, síndrome…? Qué es el TDAH
El TDAH es una patología compleja que afectan al niño en sus diferentes ámbitos: académico, familiar, emocional, social y conductual.
Explica el psicólogo Rafael Guerrero en su libro Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (Ed. Libros Cúpula) que una de las características que tienen en común los TDAH es su gran variedad. Aunque algunos síntomas o manifestaciones pueden ser comunes, no existen dos TDAH iguales, como ocurre con otras patologías y enfermedades.
Discrepancias entre especialistas
Uno de los puntos en donde los autores especializados no coinciden es en el nombre que se le da al trastorno. Para algunos es claramente un trastorno. Algunos teóricos hablan de espectro, ya que entienden que, al igual que en la vida, los trastornos no son cuestión de blanco o negro, sino que hay modalidades de grises (escalas). Otros abogan por la idea de síndrome, ya que si se toman las medidas y adaptaciones necesarias, no tiene por qué convertirse en un trastorno que afecte a la vida cotidiana en sus múltiples aspectos, ya que su funcionamiento es completamente normal.
Como Guerrero comenta a lo largo de su libro, el motivo de que el niño manifieste una serie de síntomas no quiere decir que tenga un trastorno. Por ejemplo, en la etapa de infantil los niños suelen ser inquietos y movidos, y esto no tiene por qué representar un problema, aunque, a lo mejor, en la etapa de primaria sí que supone una dificultad.
Mitos relacionados con el TDAH
Como en la gran mayoría de temas de actualidad y relevancia, existen mucho mitos en relación con el TDAH. Desde los que tienen que ver con que esta patología es una consecuencia de la falta de normas y educación por parte de los padres hacia sus hijos, hasta las ideas más radicales en torno a los efectos que llegan a provocar los medicamentos que toman los niños con TDAH, pasando por la leyenda de que el TDAH no existe.
Para que estos errores no se sigan propagando, el psicólgo Rafael Guerrero hace hincapié a lo largo de su libro en la importancia de que los padres estén formados en la larga e ilusionante aventura que tienen por delante: ser padres y atender a las necesidades de sus hijos.
Tanto los profesores en las aulas, como los padres en casa, deben estar muy atentos para detectar posibles casos de déficit de atención. Deben preocuparse y pensar en consultar a un profesional siempre que el niño presente algún problema en alguno de estos ámbitos:
- Problemas en la alimentación
- Trastornos del sueño
- Dificultades en la adaptación social o inadecuado rendimiento académico del niño en el colegio o escuela infantil
- Somatizaciones o algún otro síntoma significativo (nerviosismo, tics, desatención).