Está obsesionado con el teléfono móvil
Mi hijo de dos años está obsesionado con el móvil: si no se lo dejamos, se enrabieta. Está todo el día con uno viejo, manipulándolo y tocando las melodías e incluso se va a dormir con él. No quiere otros juguetes.
Puedes ver la parte buena del asunto: con ese entusiasmo y entrenamiento temprano tu hijo probablemente va a ser un genio de las nuevas tecnologías. Pero es cierto que hay que poner un límite a ese entretenimiento.
- Y segundo, te aconsejo que pongas unos límites razonables al asunto del móvil y que te prepares a afrontar sin pestañear unos cuantos berrinches.