Un árbitro suspende un partido entre niños por la vergonzosa actuación de un padre

Este fin de semana Ibiza ha tenido un claro protagonista: un árbitro que decidió suspender un partido al ver a un niño llorando y descubrir por qué lo estaba haciendo.

Antonio Luna, un joven árbitro de 16 años, ha demostrado tener madurez suficiente para suspender un partido de benjamines entre el Rápid Atlético y el Sa Pedrera Blava B al descubrir que un niño estaba llorando y que esas lágrimas las estaba provocando los gritos que le estaba dando su padre desde fuera del campo.

Tal y como él afirma a Diario de Ibiza, en un momento determinado del partido se dio cuenta de que había un niño llorando, “pensé que se había hecho daño y fui a ver qué le pasaba”. En ese momento el niño le dijo que su padre le estaba gritando y no le dejaba jugar tranquilo, por lo que el árbitro se lo comunicó al delegado del equipo del pequeño y éste fue a hablar con el padre que se negó a abandonar la cancha. En ese momento, el joven árbitro decidió suspender el partido, decisión por lo que se le ha felicitado desde ambos equipos.

Los padres tóxicos causan mella en el buen desarrollo emocional y mental de los pequeños .Sobre todo cuando se les fuerza a actuar de determinada forma. Este tipo de conflictos deportivos es más habitual de lo que se piensa y todas las medidas son pocas para intentar frenar. Todos los padres deberían saber la importancia del juego en el desarrollo de los pequeños y dejarles hacer lo que más les gusta sin meterse en su forma de hacerlo.

Incluso la Federación Española de Fútbol, recomienda ser drásticos en caso de que se produzcan agresiones de los padres hacia los pequeños en un partido de fútbol para evitar este tipo de situaciones.