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Por qué es bueno para tus hijos jugar al ajedrez

Repasamos cuáles son los beneficios más importantes a nivel mental y emocional para los peques que practican este juego que no hace mucho se puso de moda gracias a la serie ‘Gambito de Dama’.

Jugar al ajedrez es una gran actividad para los niños y niñas. Con el éxito de ‘Gambito de Dama’, la serie premiada de Netflix que está entre las más vistas de la historia de la plataforma, ayudó mucho a empujar este deporte que se había quedado un poco estancado en los últimos en cuanto a popularidad, quizá porque siguen existiendo muchos prejuicios al respecto.

Que si es solo para personas muy inteligentes, que si es muy difícil aprender a jugar… A veces hay más barreras para que los adultos dejen probar a sus hijos e hijas jugar al ajedrez que para estos últimos, que suelen tener curiosidad por aprender cosas nuevas y este juego lo es.

Ya hace casi una década los expertos insisten en los múltiples beneficios del ajedrez para los niños y niñas según distintos estudios científicos. Por ejemplo, Leontxo García, maestro de ajedrez, periodista y divulgador, destacó en un artículo publicado en El Pais que “numerosos estudios científicos realizados desde 1925 demuestran que los niños ajedrecistas desarrollan más la inteligencia y mejoran su rendimiento académico (en un 17%, de media), sobre todo en matemáticas y lectura”.

Coincide en el tiempo este artículo de Leontxo García con una propuesta que se debatió en el Parlamento Europeo para ampliar el protagonismo del ajedrez en el ámbito educativo. Aquella declaración defendía que “Sea cual sea la edad del niño, el ajedrez puede mejorar su concentración, paciencia y persistencia; y puede ayudarle a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias, tanto analíticas como de toma de decisiones; el ajedrez enseña asimismo determinación, motivación y deportividad”.

A continuación desgranamos por qué es bueno para tus hijos jugar al ajedrez punto por punto.

Capacidad memorística

Es un juego que obliga a recordar no solo unas normas especiales y muy concretas, sino también jugadas específicas para ejecutar en función del desarrollo de las partidas.

Comprensión lectora, análisis y síntesis

Es un juego muy analítico el ajedrez, en el cual es fundamental la anticipación y la capacidad para estudiar y decidir cuál es el mejor movimiento de todas las posibilidades que ofrece la partida. Por lo tanto, los peques deben observar, acumular información, analizarla, procesarla y tomar una decisión en espacios cortos de tiempo. Todo ello teniendo en cuenta además qué puede hacer su adversario.

Toma de decisiones

El formato del ajedrez obliga a tomar decisiones. No se puede quedar solo en el plano teórico el jugador, sino que debe tomar las riendas en algún momento y mover ficha, nunca mejor dicho. Por eso, es un juego fantástico para potenciar la toma de decisiones y la resolución de problemas, además de potenciar la autonomía del jugador, que debe valerse por sí mismo en un entorno bajo presión.

Empatía

Meterse en la piel del otro jugador es fundamental para que el desarrollo de la partida te favorezca, y esto implica ser una persona empática, capaz de comprender a la otra persona que juega. Es una lección muy interesante para la vida real.

Creatividad

Aunque muchas jugadas están en la memoria guardadas, el ajedrez obliga a tomar decisiones creativas en momentos determinados, lo cual es una experiencia y un aprendizaje magnífico para la mente de los peques.

Socialización

No solo es un juego que ayuda a tejer lazos sociales con otras personas, es que además cualquier persona puede jugarlo porque no implica una inversión costosa. Es, por lo tanto, un juego accesible para los niños y niñas de todos los grupos sociales, y esto no lo pueden decir todas las actividades.

Capacidad de concentración

No hay que explicar por qué el ajedrez es un entrenamiento maravilloso en este sentido para los peques, que no podrán jugarlo si no son capaces de concentrarse.

Planificación

El cerebro debe ordenarse para jugar al ajedrez porque la planificación es esencial para el desarrollo de las partidas y no solo para analizar los posibles movimientos a realizar; también, por ejemplo, para gestionar el tiempo.

En cualquier caso, es imprescindible inculcar el ajedrez a los niños y niñas como lo que es, un juego, de manera que estos puedan obtener de la actividad todos los beneficios mencionados de una forma lúdica, sin presión ni nada por el estilo. Si deja de ser un juego, un pasatiempos, dejará de gustarles y no habrá beneficio en que lo practiquen.

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