Cómo comer pescado sin recurrir al rebozado ni a la sartén
Abusamos en exceso de esta forma de cocinar el pescado, la menos saludable de todas las que se pueden elegir para cocinar pescado en casa, y simplemente es por falta de ideas, porque ni el tiempo ni la dificultad, como te vamos a demostrar, son dos argumentos que dificulten optar por alguna de las alternativas.
Gallo, boquerones, merluza, pescadilla, rodaballo… La lista de pescados que más se comen en casa en amplia y variada. Sin embargo, no lo es tanto la técnica que se emplea en los hogares, sobre todo en los que tienen niños, siempre en freidora o sartén. Por aquello de que se supone que rebozado se disimula más, tiene más gracia y, por ende, se lo comen mejor los peques, se suele abusar demasiado de esta forma de preparar el pescado que conlleva, además, que se fría en abundante aceite, siendo por lo tanto la manera menos saludable de consumir este ingrediente.
Sería conveniente acostumbrar a los niños a otras formas de comer pescado que no sea recurriendo a la sartén ni a los rebozados, sobre todo porque estas existen y si se les acostumbra desde pequeños, es muy probable que algunas de ellas acaben disfrutándolas incluso más.
Las hay más clásicas, como el cocinado al horno o al vapor, pero también originales porque son elaboraciones culinarias que no se suelen hacer con pescado en la comida casera. Por las dos primeras mencionadas podríamos pasar de soslayo porque las conoces de sobra, pero no podemos dejar de mencionarlas porque son dos técnicas muy saludables para cocinar el pescado.
Al horno o al vapor
El recetario tradicional español es riquísimo en lo que a recetas de pescado al horno se refiere, pero si no te quieres complicar mucho la vida, con poner una camita de patatas, cebolla y tomate en rodajas debajo de una dorada y ponerle a todo un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, ya tienes un pescado al horno de diez y la receta es apta hasta para aquellas personas que no hayan cocinado en su vida porque solo hay que prestar atención a la temperatura del horno y el punto del pescado.
El vapor, en cambio, tira para atrás a muchas personas porque se tiene el adjetivo de “soso” escrito en la cara y no hay forma de quitárselo. Por nosotros que no quede un nuevo intento: cocínalo al papillote junto con unas verduritas picadas y un chorro de zumo de limón. El salmón, por ejemplo, está riquísimo y se deshace en la boca, osea que es ideal para los niños.
Innova en los guisos
Más allá de estas dos técnicas de sobra conocidas, se nos ocurren formas de introducir el pescado en los niños muy sencillas y variadas. La primera, variar el clásico guiso de “patatas con” que en todas las casas españolas se cocina a menudo y, como ocurre con las normas del parchís, con una receta exclusiva por hogar. Curiosamente, salvo en zonas marineras, se hacen mucho más con todo tipo de carne antes que con pescado, y es una pena, porque hay opciones espectaculares: con bacalao, con merluza y hasta con sepia o calamares si queréis cambiar el pescado por marisco. Son todos ellos guisos de los que hay muchas recetas en internet que se pueden hacer muy rápido en la olla exprés.
Y si darle una vuelta de tuerca al guiso de “patatas con” es sencillo, no lo es menos hacer lo mismo con el arroz. Teniendo en cuenta que es uno de los platos favoritos de muchos adultos, ¿por qué no hacerlo por ejemplo con bacalao como acompañante principal? A los peques les encantará y, lo que es más importante, se lo comerán con facilidad, sin prestar atención a que están comiendo pescado. De nuevo, la alternativa de los calamares toma protagonismo especial cuando hablamos de combinar un producto del mar con arroz, ya sea con elaboraciones tradicionales como los calamares en su tinta con arroz o simplemente a través de una receta sencilla de arroz con sofrito de verduras y tomate triturado en el que la proteína animal principal la aporte este molusco.
Hamburguesas y tortillas, las favoritas de los peques
Para el final, nos hemos guardado lo mejor. Bueno, al menos las dos ideas más originales, porque si son las mejores o no tendréis que juzgarlo cada uno de vosotros en casa en función de si triunfan o no con vuestros hijos cuando preparéis pescado bien en tortilla o bien en hamburguesa. Sí, has leído bien: en tortilla o en hamburguesa. Para la primera de las dos recomendaciones, añadir a una tortilla de patata -o de boniato- algún pescado que se desmenuce bien como la merluza, el bacalao, e incluso el atún, aunque este sea recomendable consumirlo de forma menos recurrente, es una idea tan sencilla como genial.
Todavía más fácil es hacer un revuelto, al estilo del famoso bacalao dorado portugués, pero si quieres sorprender de verdad en casa, la hamburguesa es la mejor apuesta. Tanto que podrás esconder hasta después de que la prueben de lo que está hecha la carne de la misma. Ideas tienes muchísimas en la red a golpe de clic para prepararlas de forma casera, siendo la merluza la más utilizada, pero también se pueden preparar de salmón, por citar una alternativa que sea fácil de encontrar a diario en las pescaderías.
Como ves -y seguramente nos hemos dejado algunas ideas más en el tintero-, hay muchísimas variantes para evitar el rebozado y para que, en definitiva, disfrutéis más del pescado en casa. Con que no volváis a comprar las famosas “varitas” de merluza congeladas, nada recomendables desde el punto de vista nutricional, ya habrá merecido la pena escribir este texto...