No todos tienen que ser platos de cuchara, ni tampoco guisos a base de carne, sino que los hay riquísimos hechos con marisco, pescado o incluso solo con productos vegetales.
Es curioso lo que ocurre con la comida en las familias con niños. Más que por gustos personales, suele darse el hecho de que existan gustos grupales. Dependiendo de qué se suela comer más en casa, así son los gustos de los peques. Ellos aprenden de lo que ven, y si sus padres no comen fruta a menudo, ellos probablemente tampoco lo harán. Y así con todo. También con los guisos.
En general, los guisos son importantes porque suelen ser recetas nutritivas, ricas en verduras, y eso es muy interesante para la dieta de los peques, que no siempre toman las cantidades de frutas y verduras que necesitan. Además, en muchos casos tienen a una legumbre como ingrediente protagonista, por lo que todavía se enriquecen más a nivel nutricional.
Sin embargo, estos últimos suelen ser guisos de cuchara, como les conocemos de forma vulgar. De hecho, tendemos a etiquetar como guisos los platos de cuchara, pero no necesariamente es así como vamos a tratar de demostrarte en el presente texto. Si en casa los guisos tradicionales, hechos con “cariño y tiempo”, como se suele decir, no os gustan, hay alternativas distintas, y no necesariamente tienen que comerse con cuchara.
En la cocina mediterránea, tanto en la española como en la italiana, por ejemplo, los guisos de carne son muy comunes en distintas regiones, y en el caso concreto de nuestra gastronomía, el guiso de “patatas con” tiene múltiples versiones, desde las clásicas con carne o costillas hasta las versiones marineras típicas de las zonas de costa.
Y a todo esto hay que añadir a la terna los guisos exóticos, por diferenciarlos fácilmente de los que estamos más habituados a disfrutar. Si en casa os gusta probar cosas nuevas, y los niños están relacionados con especies y hierbas distintas a las típicas de nuestra gastronomía, podéis animaros con alguno de los guisos que nos llegan desde las cocinas orientales. Son sencillos de hacer, son tan originales como buenos, y ya es relativamente fácil encontrar los ingredientes necesarios para hacerlos en casa.
Aquí tienes diez ideas que mezclan clásicos con recetas menos conocidas, algunas de ellas inspiradas en culturas gastronómicas ajenas a la española.
Potaje de vigilia
Potaje de vigilia
Ahora que tenemos tan recientes las recetas típicas de Semana Santa no podíamos dejar pasar el potaje de vigilia. Qué rico está y qué nutritivo es. Hay que reconocer que la versión tradicional, con o sin judías, es muy laboriosa, pero actualmente existen en la red muchas recetas que acortan y simplifican la receta con excelente resultado.
Cocido madrileño
Cocido madrileño
Podríamos poner en la lista cualquier de las versiones del cocido que se pueden degustar en nuestro país, todas magníficas, pero el madrileño suele conquistar a los peques por la sopa de fideos. En ella podéis incluir los garbanzos y un poquito de carne de pollo y repollo, otros ingredientes de este guiso, y los niños se tomarán con mucho gusto un plato muy nutritivo.
Lentejas con verduras
Lentejas con verduras
Las lentejas con chorizo son las más características de nuestra gastronomía, pero es posible hacer una receta muy parecida sin necesidad de recurrir a la carne de cerdo. Solamente con verduras -zanahoria, calabacín y cebolla- y pimentón se puede hacer un guiso de lentejas espectacular.
Estofado de carne
Estofado de carne
El guiso de ternera a la jardinera de toda la vida es un plato muy nutritivo, rico en verduras. Pero hay muchas versiones si en casa no os gustan los guisantes o cualquier otro ingrediente de este plato tradicional. Por ejemplo, podéis probar el stracotto fiorentino, una forma muy típica de guisar carne con verduras en la región de Florencia. Apio, zanahoria y puerro son algunas de las verduras que lleva. Y por supuesto, no falta el tomate. La podéis comer como plato único esta carne o servirla en una pasta.
Patatas con langostinos
Patatas con langostinos
Dentro del clásico guiso español con base de patatas son menos conocidas las versiones con pescado y marisco. Con sepia están riquísimas y suelen encantar a los peques, y si les gusta el marisco no dudéis en probarlas con langostinos como acompañamiento principal.
Pollo al chilindrón
Pollo al chilindrón
El pollo es otro de los ingredientes que funciona de maravilla cuando se guisa despacito. En pepitoria no gusta a todo el mundo; en cambio, es difícil decirle que no a un pollo a la chilindrón de esos en los que dan ganas de mojar una barra de pan entera. Es una receta que vive en la sombra y que recomendamos recuperar si hay niños en casa.
Rabo de toro
Rabo de toro
La versión clásica, a la cordobesa, del guiso de rabo de toro es probablemente uno de los guisos más espectaculares de nuestra gastronomía y al deshacerse la carne cuando está bien hecho, los niños se lo comen de maravilla. Además, las sobras podéis hacerlas en pasta o arroz y tendréis un plato completamente diferente e igual de rico.
Guiso de setas
Guiso de setas
Las setas también dan mucho juego en los guisos y hay niños a los que sí les gusta su sabor y su textura peculiar. Una de las formas más sencillas de guisarlas es haciendo un sofrito con cebolla, zanahoria y tomate triturado, y con un toque de comino y pimienta. Las setas se guisan muy rápido a diferencia de otros alimentos, de manera que son ideales para hacer platos nutritivos cuando no hay mucho tiempo para cocinar.
Curry
Curry
De todos los guisos llegados desde gastronomías lejanas geográficamente hablando a la española, nos quedamos con este clásico de la India que es espectacular y que a los niños de buen paladar que están acostumbrados a probar todo tipo de sabores les encantan. El curry de lentejas se prepara de forma rápida y sencilla, y solo es necesario disponer de ingredientes básicos para hacerlo como la leche de coco.
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