Vitaminas en el embarazo, ¿qué debo saber?
Tan importante es proporcionarle al organismo la cantidad diaria que necesita a través de la dieta como excederse en ello, ya que puede tener un impacto negativo en la salud del bebé.
Todas las vitaminas y nutrientes que el organismo necesita son esenciales para su correcto funcionamiento. Una de ellas es la vitamina A, cuyo impacto cobra mayor importancia si cabe durante el embarazo.
Todas las vitaminas presentes en el cuerpo humano llevan a cabo funciones concretas de vital importancia, por lo que tienen un peso específico en el equilibrio adecuado de nuestra salud. Sin embargo, tan importante es proporcionárselas a nuestro organismo en la cantidad necesaria como no hacerlo en exceso.
En el caso de la vitamina A este factor es decisivo porque de lo contrario podría causar problemas de salud en el feto. Dado que la cantidad recomendada diaria que el ser humano necesita son 800 microgramos, cantidad presente en una zanahoria mediana, por ejemplo, no es necesario recurrir a complementos vitamínicos ni a una dieta especial que contenga alimentos ricos en esta vitamina. Basta con alimentarse de forma saludable y variada, con abundancia de frutas y verduras en la dieta.
Es más, los complejos vitamínicos son uno de los grandes riesgos de una sobreingesta de esta vitamina, así que salvo que el médico los recomiende durante el embarazo por alguna razón en concreto, lo aconsejable es no tomarlos.
Recomendaciones
Sí es muy aconsejable para la población gestante, y para todos los seres humanos en general, incluir grupos de alimentos como la leche y sus derivados, las hortalizas, las verduras, y las frutas como los cítricos.
Son saludables por múltiples razones, y una de ellas es su composición rica en vitamina A. Entre las frutas y verduras, una buena pista para saber cuáles son las que más vitamina A contienen es su color, siendo las naranjas, amarillas y rojas las que tienen un porcentaje más alto de este nutriente.
Peligros
La vitamina A es peligrosa para el feto si se ingiere una cantidad demasiado grande porque es liposoluble. Esto significa que su estructura es grasa y que se disuelve en ella y no en el agua, que dicho de un modo comprensible para todo el mundo quiere decir que no se puede eliminar en la orina, de manera que el excedente se queda también en el organismo.
Hay estudios que indican que consumir más de 3000 microgramos al día de vitamina A puede tener un impacto en el feto grave, con consecuencias como malformaciones en la cara y el cráneo, lesiones o defectos en el pabellón auricular, ceguera, lesiones cardiacas y en el sistema inmunitario, o atrofia ósea, entre otras.
De todos modos, no hay que obsesionarse con medir la cantidad exacta de vitamina A que se consume al día durante al embarazo porque hay un gran margen entre los 800 microgramos recomendamos y la barrera de los 3000. Como decíamos anteriormente, no hay de qué preocuparse si la dieta es la adecuada y si se evitan los suplementos.