Ser Padres

¿Cómo comenzar a practicar el ‘slow life’ en familia?

Traducido literalmente como ‘vida lenta’, este estilo de vida propone suprimir las prisas, las rutinas y el estrés de nuestro día a día para poder alcanzar la verdadera felicidad. Te contamos lo que necesitas para llevarla a cabo.

Las prisas no son buenas, ni a la hora de educar a los hijos ni a la hora de enfrentarse a la vida como personas adultas. Por eso, en los últimos años está tomando mucha importancia el movimiento ‘slow life, cuya traducción literal como ‘vida lenta’ hace mención a su objetivo principal.

Este modelo nació en Estados Unidos como respuesta a la cada vez mayor tendencia a devorar comida rápida (de hecho, su origen se encuentra en la expresión ‘slow food’ como antónimo de ‘fast food’).

Así, defiende la supresión radical del día a día de las personas cualquier atisbo de estrés, de prisas y de relojes que puedan condicionar a su tranquilidad. Por supuesto, también si hablamos de niños. Para llevarlo a cabo no hacen falta muchos materiales, simplemente actitud, aunque a priori pueda resultar ciertamente complicado conseguirlo.

Quizás esto pueda parecer sencillo a hablar de vida adulta pero, ¿qué pasa con ellos? ¿Cómo pueden las familias y los padres aplicar este estilo de vida sin prisas en pequeños que tienen ocupadas las 24 horas del día? La respuesta es sencilla: con mucha paciencia, mimos y sin alzar la voz. De hecho Joan Domènech, autor de ‘Elogio de la educación lenta’, uno de los libros cabecera de esta cuestión, afirma que “en educación, menos es más”. Así, podría considerarse que uno de los pilares fundamentales a la hora de hablar de la relación entre vida lenta y niños, sería la educación en positivo en la que se concede un tiempo de aprendizaje individualizado, en la que no se permite el ‘ no’ como respuesta (sino que se presentan otras alternativas) y que, además, apuesta muy positivamente por el apego seguro. Además, considera muy importante llevar a cabo una alimentación basada en los productos completamente ecológicos y naturales.

Para practicarlo de manera segura, los expertos recomiendan mimetizar todo lo que nos rodea: por ejemplo, la decoración. Y es que, cada vez es más frecuente escuchar hablar del término 'slow deco’ en la que los colores neutros y los pocos detalles son los principales protagonistas. ¿Por qué? Porque, supuestamente, este es uno de los secretos de la paz hogareña: disfrutar de las pequeñas cosas.

Esta selección de productos escogidos de manera ‘slow’ ayudará a cualquier persona a introducirse en este modelo de manera pausada y correcta.

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