Ser Padres

Trucos para saber la talla de zapatos correcta en niños

Los niños crecen tan rápido que un par de zapatos les dura solo unos pocos meses. ¿Cómo saber cuándo le quedan pequeños y, sobre todo, cuándo una talla es correcta a la hora de coger unos nuevos?

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Si hay algo que trae de cabeza a todas las familias donde hay un niño, eso es el ritmo vertiginoso con el que crecen, que obliga a tener que renovar constantemente armario y zapatero. Las prendas de ropa les duran (en su talla) apenas unos meses. Lo mismo que les duran unos zapatos sin que les queden pequeños.

Debido al gran desembolso de dinero que puede suponer esto, algunos padres optan por comprar zapatos o jerseys algunas tallas más grandes (a fin de que puedan servirles durante algo más de tiempo). Sin embargo esta práctica, en lo que a calzado se refiere, puede suponer un problema para el correcto desarrollo de los pies y de la pisada.

Los trucos que, a menudo, no funcionan

Si has estado alguna vez en una zapatería infantil, te sonará esta frase: “Levanta el dedo a ver dónde te llega”.

Uno de los trucos más utilizados para calcular a ojo la talla. Otros muy usados son meter un dedo por detrás del zapato (si entra, queda grande) y, por último, poner la suela del zapato debajo junto a la planta del pie para ver si se adapta o no al largo.

Todos estos trucos tienen algo en común: ninguno es efectivo al 100%.

En su lugar, hay otros trucos que los padres sí podemos utilizar para calcular la talla correcta de zapatos en un niño (sea bebé o niño pequeño). “Estas opciones para calcular la talla son orientativas y, en muchas ocasiones, no son 100% precisas, ya que hay que tener en cuenta que la puntera no siempre es blanda, el primer dedo no siempre es el más largo y que el tobillo tiene que ir bien sujeto al contrafuerte para no ‘bailar’”, explican desde la web especializada podoactiva.

Trucos que sí funcionan para saber qué talla tiene tu hijo

Los profesionales de la marca Primigi nos los cuentan:

  • Apoyar el talón en la parte posterior del calzado
  • Extender la planta del pie
  • Controlar que entre la punta de los dedos y la punta del zapato hay, aproximadamente, un espacio de un centímetro
  • Abrir todo lo que sea posible el zapato y empujar el pie completamente hacia delante
  • Si en el espacio que queda entre el talón y la parte interna posterior del zapato entra un dedo, significa que la medida es la correcta

Además, es importante que pruebes al niño los dos zapatos: el izquierdo y el derecho, pues habitualmente un pie es más grande que otro en ancho y/o largo.

En la web de podoactiva ofrecen, además, dos trucos más que pueden venir muy bien a los padres:

  • Extraer la plantilla y medirla con el pie del niño encima (ya que la plantilla será lo que llevará sobre su planta y no la suela del zapato).
  • Dibujar el contorno del pie en un papel, recortarlo e introducirlo en el calzado para ver si encaja bien
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