Extiende la tela formando un cuadrado y tumba al bebé justo en el centro, con la cabecita fuera.
Método rápido parte 2
Pasa una de las esquinas superiores de la tela por encima del hombro opuesto, sujetándola bajo su espalda. Los brazos pueden quedar totalmente tapados o con las manitas fuera.
Método rápido parte 3
Haz lo mismo con la esquina opuesta, asegurándote de que no sobra tela que pueda taparle la carita o la boca.
Método rápido parte 4
Dobla por último la tela que ha quedado suelta abajo y remétela a la altura de los hombros.
Método australiano
Coloca la tela a modo de rombo y dobla la esquina superior hacia abajo, formando una especie de almohadita. Túmbale en el centro con la cabeza fuera y los hombros sobre el doblez.
Método australiano 2
La mano derecha paralela al cuerpo. Coge la tela de tu izquierda, pásala por debajo del brazo que queda fuera y métela por debajo de la espalda. Dobla el pico de tela.
Método australiano 3
Deja su brazo izquierdo paralelo al cuerpo. Coge el extremo de tela que queda suelto a tu derecha, crúzalo por encima del del bebé y remételo sobre el hombro que queda a tu izquierda.
Método australiano 4
¡Ya está envuelta como un gusanito! Iria, de apenas un mes, así se siente segura y protegida.
Método manos libres 1
Si el bebé prefiere tener las manitas fuera, los pasos son los mismos.
Método manos libres 2
Solo hay que tener la precaución de doblarle los brazos a la altura del pecho para que le queden las manos cerca de su cara.
Método manos libres 3
Aunque si ya es un poco grande, él mismo las colocará a su gusto.
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