Ser Padres

Los bebés saben cuándo les imitamos y les gusta que lo hagamos

A los seis meses los bebés ya son capaces de reconocer cuando una persona les está imitando y esto es algo que les atrae y les hace más dispuestos a participar en el juego. Hablamos de las evidencias encontradas en un reciente estudio sobre el efecto de la imitación en los bebés.

¿Cambias la voz a una más infantil y haces muecas y gestos cuando te diriges a un bebé? En primer lugar, esto es algo bastante frecuente y, en segundo lugar, es una práctica que parece efectiva: según un estudio realizado por la Universidad de Lund (Suecia) y publicado en la revista científica PLOS One, los adultos que imitan los gestos, movimientos y los sonidos de un bebé son percibidos por estos como más amigables.

Para hacer este estudio, se analizó la reacción de varios bebés de seis meses cuando un extraño jugaba con ellos imitándoles y cuando jugaba de otras formas. Los resultados demostraron que al imitarles la interacción de los niños era mayor: miraban y sonreían durante más tiempo, además de tratar de acercarse más al adulto.

Gabriela-Alina Sauciuc, principal autora del estudio, ha explicado que, en base a esta investigación, parece que la imitación es una buena forma de captar la atención de los bebés, hacer que sean más participativos en los juegos y crear un vínculo positivo con ellos.

Cuando el bebé golpeaba la mesa, por ejemplo, y el adulto hacía lo mismo, el pequeño volvía a repetir el gesto más veces observando al adulto y esperando su reacción, lo que daba a entender que el niño era consciente de que estaba siendo imitado.

En este vídeo publicado por la Universidad de Lund en su canal de YouTube se pueden ver algunos de los ejercicios de imitación que se llevaron a cabo en dicho estudio y observar el comportamiento de los bebés es, sin duda, muy curioso ya que se puede comprobar cómo los bebés actuaban y observaban detenidamente la reacción del adulto, volviendo a efectuar otro movimiento después y esperando ver si el adulto hacía lo mismo:

Tanto es así, que incluso las madres de los bebés quedaron sorprendidas de las reacciones de los pequeños ante la imitación de sus propios gestos y cómo interactuaban aunque el adulto presente fuera un extraño para ellos.

Los autores de este estudio han manifestado que se ha teorizado y especulado mucho sobre si la imitación es un factor importante en el desarrollo sociocognitivo infantil y sobre si a través de la imitación los niños aprenden más sobre normas culturales o sobre los sentimientos o emociones que acompañan a cada gesto imitado, pero la investigación empírica en este campo sigue siendo escasa. Sin embargo, este estudio demuestra que los bebés ya son capaces a los seis meses de reconocer cuando están siendo imitados y que esa imitación repercute de forma positiva en la interacción, un primer paso para seguir avanzando en esta línea de investigación.

Y para padres y familiares una satisfacción saber que cuando imitamos sus gestos y sonidos, los peques se sienten más cercanos a nosotros y puede ayudar a reforzar nuestro vínculo y a crear una conexión aún más especial. Un hallazgo importante por lo que nos hace descubrir sobre el desarrollo del bebé, pero también tierno en cuanto a la conexión con los niños se refiere.

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