5 cosas que no hacer con los padres de bebés prematuros
El nacimiento de un niño prematuro es un momento de gran dureza para los padres del bebé. En esos momentos hay que ser más prudentes que nunca y no abrumar a la familia.
Cuando unos padres son informados de que su bebé nacerá prematuro los sentimientos de angustia, inquietud y dolor se agolpan. Muchas veces, y siempre con la mejor intención, intentamos ayudar y estar presentes con ellos para que no se sientan solos, pero en muchos de estos momentos puede que ellos no deseen justo eso.
Para realmente servir de apoyo y no aumentar la ansiedad de los padres podemos seguir una serie de consejos.
Qué no hacer
1. Evita observaciones referentes al tamaño o los problemas que puede estar viviendo el bebé. Los padres ya son más que conscientes de todo lo que está pasando y frases, en principio inocentes, como “qué pequeñito es” sólo acrecientan el dolor y la angustia que viven mientras su hijo se encuentra en el hospital.
2. No seas insensible: comentarios del tipo “al menos os ahorráis la niñera” o “es una pena pero por lo menos puedes descansar por las noches” son muy dolorosos para los padres de bebés prematuros. Ellos pagarían gustosamente a una niñera que pudiera cuidar a su hijo sano y, ni que decir tiene, dejarían de lado la mayoría de sus horas de sueño para poder tener a su niño en casa. No siempre hay que “ver el lado bueno de las cosas” y, menos aún, frivolizar con situaciones como esa.
3. No impongas tu presencia: llama y pregunta. No siempre los padres y el bebé se sienten con la fuerza necesaria para estar con una persona ajena a la familia. Tu intención es buena pero puede que suponga una carga, más que un alivio.
4. Sé consciente que, una vez el bebé esté bien y los papás puedan llevarlo a su casa, esta experiencia no se olvida. Es normal que esos padres continúen estresados, tristes y angustiados. El proceso de duelo no se termina de un día para otro y los sentimientos vividos no acaban sin más; la ansiedad por una posible recaída en la salud del bebé durará un tiempo hasta que los padres vean que su hijo se desarrolla con la normalidad que se espera. Por todo ello, evitad pensamientos como “lo cuidan demasiado”, “lo están sobreprotegiendo” o “eso no es necesario”; esa familia ha vivido con mucho miedo y cuesta quitárselo de encima.
5. Si el bebé prematuro no es el primer niño de la familia hay que evitar comentarios del tipo “tus otros hijos tienen que echarte mucho de menos” porque sí, es evidente que esos niños echarán de menos a sus padres, pero ellos ahora mismo no pueden hacer más. En lugar de acrecentar su sentimiento de responsabilidad ante lo sucedido ofrécete a llevar a sus niños al parque, recogerlos del colegio, acompañarles al cine...
Lo que sí puedes hacer

5 cosas que no hacer con los padres de bebés prematuros y 5 que sí
1. Llama a los padres preguntando si necesitan algo, con la intención real de ayudar. Pueden necesitar que te acerques a la farmacia a por algún medicamento o que les rellenes la nevera porque no han tenido tiempo para ir al supermercado.
2. Escucha: con empatía, sin reservas ni juicios. Los padres viven situaciones de enorme estrés y cosas tan triviales como una pequeña discusión con alguien mientras se conduce se pueden convertir en un drama. No ha sido la pelea en sí, es el estrés acumulado: no le quites importancia. Para los papás de un bebé prematuro que este no se enganche bien al pecho o llore por reflujo, pueden ser los detonantes de verdaderos ataques de pánico.
3. Ya hemos hablado de que no se debe imponer tu presencia a la hora de ir a visitar a los papás o al niño pero, cuando finalmente te puedas acercar, no insistas en cogerlo, besarlo o, incluso, verlo. Respeta la decisión que los padres tomen con respecto a esas demandas, por mucho que te apetezca si ellos consideran que no se debe coger al bebé, no se debe coger al bebé y punto.
4. Interésate por su estado anímico. Sé consciente de que necesitan tu cariño. Cuando los veas abraza mucho a los papás ya que se encuentran agotados en todos los sentidos y, si te han pedido que no te acerques, una llamada, un mensaje o tener algún detalle con ellos será suficiente para que noten que les apoyas y estás con ellos en ese momento.
5. Entiende que ahora mismo no están para nadie. Tienen suficiente con sus problemas y durante un tiempo no pueden asimilar más. Si estás preocupado porque tu jefe no te tiene respeto o porque tu hijo ha decidido que durante meses no va a comer alimentos que empiecen con la letra B, bueno, no es el momento de compartir estas inquietudes con ellos.
En conclusión, sé considerado, pregunta y sé una ayuda real en este periodo de incertidumbre y dolor, te lo agradecerán con creces.