¿Es seguro el lugar en el que duerme tu bebé?
Consejos para que tu bebé duerma seguro: tips contra la muerte súbita. Aunque la muerte súbita del lactante es un caso bastante insólito, pero es importante conocerlo para poder evitarlo. Conoce las reglas que debes seguir de seguridad a la hora de dormir a tu bebé.
Repasamos de la mano de Amelia Hunter cómo de ser la cuna, qué objetos se pueden dejar en la cuna y cuáles no son recomendables, qué tipo de móviles de la cuna no son aconsejables, qué debemos tener en cuenta a la hora de elegri un vigilabebé, cómo deben ser las camas de los niños pequeños, y otras medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de accidente casero con niños pequeños mientras duermen.
Dado que cada vez es más frecuente ver a bebés con collares de ámbar para la dentición, comenzamos las medidas de seguridad con unas recomedaciones. Como padres, cuando vemos que nuestros peques están sufriendo, lo único que queremos es calmarlos y encontrar una solución. En los últimos años, los collares de ámbar para la dentición se han convertido en un tratamiento alternativo popular para aliviar el dolor de la dentición. Pero nos preguntamos: ¿son eficaces y seguros? La respuesta es NO. El uso de este tipo de collares no sólo no está respaldado por ningún tipo de evidencia científica, sino que representan un riesgo real de estrangulamiento y asfixia, sobre todo cuando un bebé no está vigilado como puede ser mientras duerme. De hecho, la American Academy of Pediatrics no recomienda que los bebés usen ningún tipo de joyas. Aunque algunos expertos son más laxos y puestos a utilizarlos recomienda que se lo pongas únicamente durante el día y bajo vigilancia, pero nunca mientras el peque duerme.

¿Es seguro el lugar en el que duerme tu bebé?
En los últimos años, las reglas y las percepciones sobre la seguridad de la cuna han cambiado y han surgido nuevos requisitos sobre cómo deben hacerse las cunas. Millones de cunas viejas permanecen en las casas de las personas, cunas que ya no se consideran seguras. Las cunas con baranda móvil, especialmente las que tienen más de un par de años, son particularmente preocupantes porque la estructura puede fallar y hacer daño al bebé.
¿Qué podemos dejar en el interior de la cuna y qué no?
¿Conoces la expresión “menos es más”? Aplícalo al interior de la cuna de tu peque. Usa una sábana bajera que quede tirante, eso es todo. Evita los protectores de cuna, los posicionadores para dormir (como los colchones antivuelcos), los edredones, las almohadas y los peluches o muñecos.
Piensa que el lugar más seguro para que duerma tu peque es boca arriba en una cuna prácticamente desnuda. Aunque los protectores, las colchas y los adornos quedan muy bonitos, suponen un riesgo real de asfixia.
¿Hasta qué edad? Cuando los bebés son más mayores y más movidos (normalmente a partir de los 8 meses) se puede poner un protector y dejar un doudou.
En los últimos años, entidades como La Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor (CPSC) de Estados Unidos tienen en el punto de mira este tipo de producto.
¿Qué debemos tener en cuenta para elegir un móvil de la cuna?
Debido a que la cuerda de los móviles para entretener y estimular al bebé representa un riesgo de estrangulamiento, es importante no usar cordones, lazos o cuerdas para colgar nada sobre la cuna. La Academia Americana de Pediatria (AAP) desaconseja el uso de móviles con cuerdas o lazos y que contengan piezas pequeñas.
Una vez que tu peque pueda incorporarse o levantarse sobre las manos y las rodillas (generalmente alrededor de 4 a 5 meses), es aconsejable retirar el móvil.
¿Y sobre los monitores vigilabebés?
La idea del vigilabebés es buena, pero hay que recordar que no se trata de un sustituto y que se debe controlar periódicamente al bebé mientras duerme. También es importante colocarlo en un lugar que no sea accesible para el bebé y que los cables no estén a su alcance.
Cómo deben ser las camitas para niños pequeños: ¿qué tener en cuenta?
Las consideraciones de seguridad para las camas de los niños pequeños también han evolucionado a lo largo de los últimos años. Puesto que constituyen el siguiente paso natural después de la cuna, deben estar preparados. El momento es cuando ya son capaces de escalar y escapar de la cuna, de este modo evitarás las posibles caídas que puede causar el deseo de explorar. Por norma general, el momento del cambio suele ser entre los 2 años y medio y los 3 años, dependiendo de la madurez del peque.
Sin embargo, no es solo por las posibles caídas. Siempre aconsejo hacer el cambio a esa edad porque cuando tienen menos de 2 años y medio no están preparados para dormir en un espacio tan grande, dado su nivel de desarrollo. Si se hace el cambio antes, se les puede generar una sensación de inseguridad que provoque excursiones por casa durante la noche para ir a la cama de mamá y papá.
Las nuevas reglas adoptadas por la CPSC cambian la ubicación de la barandilla de la cama, que debe estar al menos a 5 pulgadas (12,7 cm) por encima del colchón, y establece una prueba de resistencia de los husos y las tablillas.
De hecho, la Guía de seguridad de productos infantiles (European Child Safety Alliance) establece que:
¿Por qué pueden ser peligrosas las cunas para los niños?
- Diseño de la cuna: el diseño de la cuna puede presentar riesgos de estrangulación o asfixia puesto que puede crear huecos en los que puede quedar atrapado el niño. Si el espacio entre el colchón y los laterales de la cuna es de más de dos dedos de grosor, la cabeza del niño podría caber y provocar que éste se asfixiara.
- Juguetes de cuna: los juguetes de la cuna también crean riesgos de estrangulamiento. Quite todos los juguetes que queden suspendidos de la cuna o parque infantil cuando el niño comience a apoyarse sobre manos o rodillas o cumpla 5 meses de edad, lo que suceda primero.
Artículo escrito por Amelia Hunter es experta en sueño infantil. Nació en Australia, pero vive en Barcelona, donde diseña planes personalizados para cada familia con la intención de ayudar a los niños -hasta 8 años- a dormir mejor de forma independiente durante toda la noche. Usa métodos que han creado psicológicos y pediatras.
Grabación: Bárbara de la Macorra y Ana Palicio, Edición: Jesús Nicolás