4 Cosas que tu bebé sí puede heredar
De los hermanos mayores, los primos, los hijos de los amigos… te pueden llegar cositas para tu bebé. No siempre se pueden aprovechar. Por suerte, algunas sí.
En un artículo que publicamos hace unas semanas os contábamos las 5 cosas que todo niño debe estrenar. Entonces, os hablábamos de zapatos, chupetes, biberones y de algunos mecanismos de seguridad que merece la pena comprar.
Ahora ha llegado el turno al ahorro y, por tanto, a las cosas que tu bebé sí puede heredar de los hermanos mayores, de los primos, de los hijos de las amigas… Toma nota:
1. La ropa
“Mi madre me había guardado toda mi ropita de bebé y, cuando nació mi hija, me la regaló como una sorpresa”, recuerda Elena. “Me hizo ilusión, aunque había muchas cosas que me parecían poco prácticas. Hace 40 años, las cosas de bebé eran más emperifolladas que cómodas”, confiesa. De un hermano a otro, es lo más normal pasarse la ropita, como hizo Ana con Guzmán y Valeria. “Aunque siempre la confundían con un chico, a mí no me importaba y ella, de bebé, no se daba cuenta. La cosa ha cambiado ahora que tiene dos años”, apunta Ana. El el caso de Belén y Pablo, fue su padre quien se negó a que el benjamín usara la ropa que había sido de su hermana. “La verdad es que casi toda era rosa o con lazos”, reconoce su madre. A Paula, por otra parte, no le gusta ponerle a su niña prendas de segunda mano, “me da cosa, sobre todo, si no sé de quién era”.
Precaución: Es imprescindible lavarla antes, mejor con agua caliente y jabón suave. Aunque estuviera ya lavada, al pasar tiempo guardada, puede coger polvo, humedad, albergar algún resto de insectos...
2. Gasas, sábanas, pañales de tela
Incluso algo tan íntimo como un pañal de tela puede reciclarse, aunque con mucha precaución. Así lo recuerda Laura: “Hace 40 años, cuando vivía en Canadá y todavía no existían los pañales desechables, había un servicio estupendo de recogida de pañales de tela usados. Los lavaban y los hervían para su total desinfección. Cuando me los traían, estaban siempre como nuevos”.
Precaución: Para eliminar del roto restos de heces u orina, hay que hacer una desinfección concienzuda a altas temperaturas. Deben lavarse primero con jabón suave (nunca con lejía: los restos de cloro podrían dañar la piel del bebé) y, luego, hervirse con agua abundante durante unos 20 minutos.
3. Sillas, cunas y carritos
Heredar la silla del coche o el carrito de paseo de otro niño es una opción muy práctica, sobre todo, por el ahorro que supone. Eso sí, hay que asegurarse de que están en buen estado y pueden cumplir las funciones básicas, como plegarse o amarrar al pequeño con seguridad.
Precaución: Como siempre, hay que limpiarlo bien. Las piezas de tela se desmontan con más o menos facilidad (a veces, incluso, hay que usar el destornillador para aflojar tornillos). Las partes duras que no se pueden meter en la lavadora se pueden limpiar con un trapo con lejía jabonosa y, luego, aclararlas bien con otro trapo mojado en agua. Los colchones, por otra parte, es mejor comprarlos nuevos, a no ser que estemos muy seguros de su procedencia, en cuyo caso, habría que limpiarlos con un trapo húmedo y líquido desinfectante.
4. Juguetes
“Nada más nacer Elena, su madrina me trajo varias bolsas con juguetes que habían sido de su hijo. Lo malo era que estaban mezclados los de distintas edades y casi ninguno tenía su propia caja, así que me resultó un poco difícil clasificarlos”, nos cuenta Ana.
Precaución: Como todo, los juguetes deben lavarse antes, porque lo primero que hará tu hijo será metérselos en la boca. Si son de plástico, la lavadora hará un trabajo estupendo con ellos. Además, es fundamental revisarlos bien para asegurarnos de que no tienen aristas cortantes por algún desconchón o piezas pequeñas sueltas que se pueda tragar.