8 trucos para dormir al bebé
Tu hijo va a dormir bien algún día, pero hasta entonces, puedes trazar un plan de sueño personalizado para él que os ayude a descansar mejor a todos.
De momento, siendo tan pequeñito, es normal que el bebé tarde en dormirse, que llore al verse solo en su cuna, que se despierte a menudo... Sabéis de qué estamos hablando, ¿verdad? Afortunadamente, hay muchos trucos que podéis emplear para ayudar a vuestro hijo a descansar mejor.
Por supuesto, no tenéis que usarlos todos, pero sí probarlos por lo menos una vez, observar las reacciones de vuestro bebé ante ellos y recurrir cada noche a los tres o cuatro que habéis comprobado que le ayudan a conciliar el sueño. Así podréis trazar un plan de sueño personalizado, exclusivo para él, pero que favorezca el descanso de toda la familia.
Trucos para favorecer su sueño
1. Crear el ambiente idóneo. Ventilad su habitación un ratito antes de acostarle y, luego, comprobad que la temperatura oscila entre los 22 y los 24º C.
2. Seguir siempre el mismo ritual para acostarle. En el segundo semestre de vida, el bebé empieza a entender las relaciones causa-efecto. Por eso, si practicáis con vuestro hijo a diario la misma rutina antes de llevarle a la cuna, podrá anticipar que ha llegado la hora de «desconectar». Esto le dará seguridad y así, confiado, conciliará antes el sueño.
3. Bañarle. Puede ser uno de los pasos de vuestra rutina, siempre y cuando comprobéis que el contacto con el agua calentita le tranquiliza (a algunos bebés les espabila).
4. Practicarle un masaje facial. También podéis incluirlo en el ritual nocturno. Masajeadle las sienes con movimientos circulares durante un minuto más o menos y seguid acariciándole la nariz suavemente de arriba a abajo, haciendo hincapié en el entrecejo, otro minuto.
5. Mecerle en brazos. Los vaivenes en brazos de mamá o de papá ayudan a los pequeños a acompasar su ritmo cardiaco y su respiración, lo que les predispone al sueño. Además, les hacen sentirse queridos y protegidos, dos sensaciones esenciales para superar la ansiedad por la separación, algo muy común en este segundo semestre de vida.
6. Cantarle una nana. Al cantar liberamos endorfinas, unas hormonas que producen serenidad, pero lo más curioso es que este estado de bienestar se da tanto en el que canta como en el que escucha. Por eso estas canciones infantiles funcionan tan bien.
7. Succionar. A los niños chupar les relaja y éste es el motivo por el que muchos se duermen al pecho, tomando un biberón o con el chupete en la boca. No hay inconveniente en que lo hagan así. Si vuestro hijo se despierta en mitad de la noche y le ofrecéis alguna de estas posibilidades, seguramente volverá a dormirse enseguida.
8. Dormir en compañía. No hay nada que agrade más a los niños que sentirse acompañados. La mayoría prefiere dormir con alguno de sus padres o hermanos, pero otros se sienten reconfortados con un muñeco. Probad y utilizad lo que mejor le vaya a vuestro hijo.