Ser Padres

El bebé mama por instinto durante los primeros 30 minutos de vida

Empezar a amamantar lo antes posible, preferiblemente en la primera hora de vida del bebé favorece que la lactancia se desarrolle más fácilmente.

El recién nacido es capaz de encontrar solo el pecho de la madre: colocado sobre la tripa de esta, puede reptar hacia el pezón. Se guía por el olor, y también por la vista: tiene preferencias visuales por los contrastes entre claro y oscuro (la areola mamaria), y por las formas redondas (el pezón).

En la primera hora tras el parto se da un escenario neuroquímico irrepetible. El bebé se encuentra en un estado de alerta que no volveremos a ver en meses. Busca con tenacidad a su madre. Para encontrarla lleva grabado su olor, la cadencia de su corazón, el sonido de sus tripas y la vibración de su voz.
El olor del pezón parece guiar su viaje. Si se lava con agua y jabón uno de los dos pechos, el bebé se dirigirá, sin dudar al otro.
La leche sale desde el primer momento. Cuando el bebé toma el pecho, en la misma sala de partos, ya sale un poco de leche y en cada toma va saliendo más.
Pide que pongan a tu bebé sobre ti nada más nacer.
El problema es que no siempre la vida del bebé comienza en brazos de su madre, aún hay centros sanitarios donde se les separa durante unas horas.
Conviene que te informes de los protocolos que se siguen en la maternidad donde vas a dar a luz y que insistas en que quieres estar con tu bebé desde el minuto cero.
Hace más de 20 UNICEF lanzó la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños, que después pasó a llamarse Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento (IHAN) para acreditar a los centros que favorecen la lactancia. Puedes consultar cuáles son en su web.
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