¿Por qué las madres cambian el timbre de voz cuando se dirigen a sus bebés?
Según investigadores de la Universidad de Princetown (en Estados Unidos), podríamos estar ante un ‘lenguaje universal’ que emplean todas las madres alrededor del mundo. Porque, sí, han comprobado científicamente que, sea en la lengua que sea, las mujeres cambian su timbre de voz cuando se dirigen a sus bebés.
Que cambiamos el tono de voz cuando nos dirigimos a un bebé es algo sobradamente conocido. Pero que la ciencia no daba con el origen de esa práctica, también es lo es. Hasta ahora: investigadores del Laboratorio Infantil de la Universidad de Princetown (Estados Unidos) llevaron a cabo un estudio que les sirvió para certificar que todas las madres alrededor del mundo cambian el timbre de voz para hacerlo más agudo a la hora de dirigirse a sus bebés.
El estudio no es nuevo, se publicó en la revista científica Current Biology en octubre de 2017, pero ahora nos sirve para respondernos una pregunta que todo el mundo se ha hecho alguna vez.
Cambiar el timbre beneficia al desarrollo de los bebés
¿Lo mejor? Aunque a nosotros, al verlo desde fuera, nos parezca un tanto burlón y sinsentido, el estudio llegó a la conclusión que esta forma de dirigirse a los bebés los beneficia, incluso, jugando un papel importante en el aprendizaje del lenguaje. “Hay muchas investigación que muestran que los niños más pequeños aprenden mejor cuando la fuente de información habla como para bebés que cuando lo hace como para adultos”, dijo uno de los autores del estudio al medio BBC.
Y es que, según él, los pequeños pueden segmentar mejor las palabras en sílabas y pueden aprender mejor palabras nuevas cuando el timbre con el que se dirigen a él varía en consideración a cuando nos dirigimos a un adulto.
De hecho, otros estudios como este publicada en la revista Development Sciencie, explica que el ‘baby-talk’ (como se conoce en inglés a la forma de dirigirnos a los bebés) ayuda, entre otras cosas, a que los pequeños enriquezcan su vocabulario. También demostraron que los bebés que escuchaban esta forma de dirigirse a ellos interactuaban más con el interlocutor.
Resultados que pueden ayudar, entre otros, en el desarrollo de nuevas herramientas educativas para niños.
‘Huella dactilar vocal’, igual en todo el mundo
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores de la Universidad de PrinceTown citaron a 24 mujeres a su laboratorio: 12 de ellas inglesas nativas y otras 12 en otros idiomas, entre los que encuentra el chino mandarín, el español, el hebreo o el ruso. Allí fueron grabadas mientras jugaban y leían cuentos a sus bebés, de entre siete meses y un año.
Posteriormente, los investigadores tuvieron una entrevista con ellas, que también fue grabada.
Para finalizar, un sistema informático analizó varios trozos de las grabaciones para extraer el nivel exacto del timbre de voz y aquí fue cuando se dieron cuenta de que existía una ‘huella dactilar vocal’ que se repetía en todas las madres, independientemente de la lengua que utilizasen para dirigirse al bebé. Practicando el baby-talk, la voz adulta se vuelve menos ronca y se emplea un lenguaje más musical y exagerado.
Lo que no queda claro a día de hoy es si esta variación en el timbre de la voz también se produce si es una figura masculina la que se dirige al pequeño: la investigación no los tuvo en cuenta a la hora de realizar el experimento.