Claves para dar el pecho cuando el recién nacido está ingresado
Lo ideal es poner al recién nacido al pecho en el paritorio. Pero a veces no es posible. Te contamos qué hacer para facilitar la lactancia.
El inicio de la lactancia resulta mucho más sencillo cuando se pone al recién nacido al pecho en el mismo paritorio. Pero a veces, el bebé necesita atención médica urgente y esto supone entre otras cosas, separarle de mamá durante unas horas o días.
Sin lugar a dudas es una de las situaciones más duras a las que tiene que enfrentarse una madre y el momento que recuerda con más dolor. En algunos países, como Suecia, la madre se queda ingresada con el recién nacido si este precisa atención neonatal.
Pero en España no es así y hay que enfrentarse a la realidad, aunque cada vez más hospitales facilitan al máximo las visitas de los padres, sobre todo los hospitales amigos de los niños (IHAN) y el método canguro (dejar a los padres piel con piel con su bebé).
Para facilitar la lactancia
A las 12 horas tras el parto, la madre puede comenzar a estimularse los pechos, extrayendo calostro por compresión de la areola. Es cierto que apenas saldrán unas gotitas, pero son oro puro para el bebé, así que conviene recogerlo y dárselo con una jeringuilla.
Inmaculada Marcos, monitora de Alba Lactancia Materna e IBCLC recomienda que la madre se extraiga la leche al menos seis veces al día mientras se esté separada del bebé. Y que se acerque a ver al recién nacido en cuanto se sienta con fuerzas y pida que se le pongan en su regazo para empezar cuanto antes con el método canguro.
La leche sube siempre
Según explica, Luisa Fernanda Santos, presidenta y consultora de lactancia de Lactaranda, la subida de la leche no depende del tipo de parto, si no de la expulsión de la placenta. “Durante el embarazo los niveles de progesterona están muy altos, y empiezan a caer cuando sale la placenta (con independencia de que sea un parto natural o intervenido). Esto hace que suba la prolactina, hormona que produce la leche.
La leche sube entre un día y tres después de dar a luz –incluso aunque el bebé no mame– ya que se trata de un proceso fisiológico. Si no ocurre así, seguramente se debe a que no se ha expulsado por completo la placenta, lo que provoca que no baje la progestrona y, por tanto, que no aumente la producción de prolactina.