Las primeras palabras son para toda la vida
Un estudio demuestra que la lengua materna deja una huella en el cerebro aunque el idioma se olvide.
En una investigación reciente realizada por científicos de Montreal se ha descubierto que las primeras palabras que escucha un bebé quedan grabadas en su cerebro para toda la vida.
Para hacer el estudio, dividieron a niñas de entre 9 y 17 años en tres grupos:
Al ponerles una conversación en chino mandarín, en las niñas del primer y segundo grupo se activaron las mismas zonas del hemisferio izquierdo, el encargado de procesar el lenguaje.
En las niñas del tercer grupo se activaron zonas del hemisferio derecho, el que procesa los sonidos, es decir que no lo reconocían como una lengua.
La conclusión es que la lengua materna deja una huella en el cerebro que permanece durante toda la vida, aunque el idioma se olvide o no se utilice jamás. Incluso niñas adoptadas antes de los seis meses registraban el chino como algo conocido.
Tus palabra de amor liberan hormonas de felicidad
Esta huella en el área del lenguaje se puede extrapolar a otras áreas.
Las palabras de amor que dedicamos a nuestro bebé también dejan una huella indeleble en su cerebro... Y en su corazón.
Esas palabras envueltas en un abrazo, dichas en voz alta o en susurros, trazan en su cerebro circuitos de bienestar y liberan las hormonas de la felicidad.
El lenguaje que se comparte con el bebé es un regalo emocional para toda la vida.
También las canciones son una estupenda forma de compartir palabras. Los estudios demuestran que el bebé recuerda las que escuchamos en el embarazo.