Cómo prevenir y tratar el eritema del pañal
Todos los bebés se escuecen o irritan de vez en cuando, por muchas precauciones que tomes, pero existen remedios para evitarlos.
El recién nacido puede llegar a las diez deposiciones por día y a orinar hasta treinta veces día. Aunque estemos muy atentos para cambiarle siempre que se manche, su piel estará inevitablemente en contacto con la orina y las heces durante más o menos tiempo.
El factor más irritante es la orina, que por la acción de determinadas bacterias, se descompone en amoniaco. Los bebés que toman biberón suelen hacer menos deposiciones pero sufren más irritación porque la composición de sus caquitas es más agresiva para la piel.
El problema suele desaparecer en pocos días si se trata adecuadamente, pero lo mejor es prevenir. Por lo tanto hay que procurar que el culito de nuestro peque esté siempre bien limpio y seco porque la humedad favorece la irritación.
Remedios que sí funcionan
Si a pesar de las precauciones aparece el eritema se puede recurrir a alguno de los siguientes remedios. Si no se observa mejora conviene consultar con el pediatra.
- Lavar las nalgas con agua abundante, a ser preferible sin jabón. Si es necesario es mejor utilizar uno de Ph neutro o ligeramente ácido. Cuando hay rojeces es mejor no usar esponja porque puede retirar la capa de grasa que protege la piel.
- Secarle muy bien . Secar sin frotar, pasando la toalla suavemente, dando golpecitos. Insistir en los pliegues.
- Dejar al niño sin pañal el mayor tiempo posible, al menor signo de enrojecimiento, para permitir que se airee el culito.
- Aplicar en la zona una crema correctora con vitamina A que ayuda a cicatrizar la piel (consultar con el pediatra cuál es la más adecuada).
- Una opción temporal puede ser utilizar pañales de gasa. Son muy suaves para la piel del niño y se pueden usar tantas veces como se quiera a condición de lavarlos con agua y jabón neutro o un producto especial para prendas infantiles, y aclararlos bien para eliminar cualquier resto de jabón que pueda irritar la piel del bebé.