Con B de Bárbara, la historia de una niña prematura, brava y brillante
Esta la historia de una bebé que nació prematura, con apenas 800 gramos, y con muchas ganas de vivir.
Mi primer embarazo fue una montaña rusa de sustos y hormonas desbocadas. En cambio, el segundo, incluso a pesar de la diabetes gestacional, fue todo un remanso de tranquilidad. No sé si fue por esa tranquilidad, dos miedos me atenazaron hasta el mismo día que nació mi hija. El primero, a perder el bebé. El segundo, a que naciera prematuro. Me agobiaba pensar en esa locura de querer estar todo el día con tu bebé enfermo, tan pequeñín e indefenso, y sufrir por tu otro hijo que te espera en casa, preocupado por su mamá y por su hermanita, sin entender muy bien lo que sucede y sin recibir las atenciones que también necesita.
Quizás por eso no pude evitar que se me saltaran las lágrimas cuando leí a Johana contar que su hija había nacido a las 25 semanas de vida, pesando tan sólo 800 gramos.
800 gramos de fuerza, concentrada en un cuerpecito minúsculo que no estaba dispuesto a rendirse.
Confieso que esperaba noticias con un nudo en la garganta, pero cada nueva entrada era una bocanada de positivismo. El mismo que, estoy segura, Johana transmitía a todas las mamás que compartieron esos meses con ella en la UVI de neonatos, la misma fuerza y empuje que ha demostrado su pequeña luchadora.
A cada entrada me maravillaba de su capacidad de sobreponerse, de encontrar fuerzas en la flaqueza, de apoyarse en todos los mensajes de cariño que recibían y también de transmitir esa ilusión y esa seguridad en que todo iría bien, a pesar de los momentos difíciles por los que, seguro, tuvieron que pasar.
Pero por suerte cada vez hay más historias de prematuros con final feliz. En España nacen cada año 30.000 prematuros, y aunque cada semana en el vientre materno cuenta -con 25 semanas sobreviven el 55%, con 26 el 71%- los números no son más que eso, números, y gracias a los avances de la medicina cada vez son más favorables.
Buena muestra de ello es que, seis meses después, ahí está la pequeña Bárbara, esa pequeña gran luchadora, disfrutando de la vida en su casa, entre los suyos.
Tenía que llamarse Bárbara. No podía ser de otra forma.
Si quieres conocer la historia completa de Bárbara visita Mamasviajeras.com y busca “Bárbara”. Comienza a leer en la entrada “25 semanas, 800 gramos de fuerza”.