¿Cómo pueden nuestros hijos estudiar inglés más eficazmente?
¿Por qué pensamos que un niño es más inteligente que otro? ¿Porque recuerda mejor el vocabulario de la clase de inglés que sus compañeros y porque recita de memoria los verbos irregulares? Pensémoslo detenidamente.
Tal vez estemos enfocando mal el asunto de las capacidades intelectuales de nuestros hijos. Si se le da peor el inglés quizás sea porque el profesor está apostando por un proceso cognitivo equivocado o porque el niño se está acercando idioma de un modo más profundo y aprender vocabulario le resulta aburrido.
¿De qué estamos hablando entonces? “Para hablar conmigo define tus términos” le dijo Voltaire a un colega al descubrir (en medio de una discusión epistemológica con otro filósofo) que aunque estaban hablando sobre el mismo concepto se estaban refiriendo a cosas diferentes. Definamos pues nuestros términos.
¿Qué es la inteligencia?
La aproximación clásica habla de una cifra, un coeficiente unitario que posiciona a nuestros hijos entre el grupo de los avanzados o en el pelotón de los torpes. Pero Howard Gardner, premio Príncipe de Asturias, ofrece desde la Universidad de Harvard una nueva teoría. La inteligencia es una trama de conjuntos escasamente interrelacionados. Así nuestro hijo puede destacar en ciertos campos (no en todos) y para aprender cualquier disciplina debe aproximarse a través de los conjuntos biopsicológicos en los que sobresale. Gardner habla de “inteligencia” como sinónimo de “habilidades” o “competencias”.
Los 8 tipos de inteligencia
¿Cuáles son esos marcos culturales que se deben activar para solucionar los problemas de procesamiento de la información? La inteligencia lingüística, la lógico-matemática, la espacial o visual, la inteligencia musical, la corporal-cinestésica, la intrapersonal, la inteligencia interpersonal y la naturalista. Pero entremos en harina.
Pongamos un ejemplo: ¿cómo pueden nuestros hijos estudiar inglés más eficazmente?
Howard Gardner define la inteligencia lingüística como la habilidad para utilizar las palabras de un modo eficaz. Si nuestros hijos tienen esta capacidad les vendrá bien el modelo tradicional: libros de texto, redacciones, dictados, listados de palabras… Pero si el tipo de inteligencia de nuestros hijos es la espacial, deben acercarse al inglés a través de imágenes y fotografías, ya que los niños con esta capacidad procesan la información en tres dimensiones. ¿Y si poseen inteligencia musical? El aprendizaje debe ser a través de referencias auditivas. Estos niños aprenderán mejor inglés hablándolo que con una pizarra. Un último ejemplo, ¿cómo deberían aprender inglés los pequeños con inteligencia corporal? Estos niños tienen la capacidad de fundir el cuerpo y la mente para mejorar su desempeño físico. El aprendizaje ha de ser mediante actividades: vinculando el aprendizaje del inglés con la creación de una maqueta de la Estatua de la Libertad o recreando los Juegos Olímpicos de Londres.
¿Por qué pensamos entonces que un niño es más inteligente que otro? Es posible que no haya niños más listos que otros sino chavales con distintas competencias. Puede que el coeficiente de inteligencia no sea más que un número que mide una determinada capacidad: no solo cuentan las habilidades matemáticas y lingüísticas. Descubramos cuales son los talentos de nuestros hijos y explotemos su potencial a través sus “inteligencias”.
En Lara GO! son especialistas en educación y se dedican a organizar programas educativos de calidad en Estados Unidos e Inglaterra y a escribir sobre el aprendizaje de inglés en su blog.