Ser Padres

Cómo mantener la higiene en los artículos del bebé

¿Hay que esterilizar las cosas del bebé o basta con lavarlas? ¿Qué higiene hay que tener? ¿Cómo protegerle de las infecciones?

Es importante proteger al bebé de los contagios, pero al mismo tiempo, hay que permitir que se formen sus defensas (que, paradójicamente se fortalecen al entrar en contacto con los gérmenes). Para prevenir las infecciones es suficiente con mantener una higiene razonable de la casa y los utensilios del chiquitín. Sin embargo, a muchos papás y mamás les entran dudas sobre cuál es la forma correcta de lavar los utensilios del bebé. ¿Hay que esterilizarlo todo? ¿Hay que utilizar algún producto especial? Aclaramos dudas.

Su habitación

En la habitación del pequeño conviene fregar el suelo a diario con agua y jabón para suelos. Es básico mantener la estancia libre de polvo porque aunque no nos demos cuenta eso le obstruye la nariz y favorece a que padezca alergias. Conviene guardar los juguetes en cajas y evitar en la medida de lo posible el uso de alfombras y moquetas.

Chupetes, mordedores

Respecto a los chupetes y mordedores es suficiente con lavarlos bajo el grifo de agua caliente antes de ofrecérselos al pequeño. No tiene mucho sentido esterilizarlos cuando los juguetes del bebé se pasan el día por el suelo tanto en casa como en la guardería. Por no hablar de cuando juega con sus juguetes o los de sus amigos en el parque...

Ropa

Al principio es aconsejable lavar las prendas del bebé con un detergente especial y separadas de la colada del resto de la familia. No conviene usar suavizante hasta que cumpla un año porque puede irritarle la piel. A partir de ese momento y si la piel del bebé no es más delicada de lo habitual la mayoría de las familias lavan sus prendas junto con la del pequeño.

Humidificador

El humidificador suele ser el gran olvidado y sin embargo es uno de los principales focos de infección para el bebé si no se mantiene adecuadamente (acumula bacterias y hongos en el filtro). De ahí que sea muy importante limpiarlo muy a menudo y a conciencia.

Biberones, vajilla…

El biberón solo hay que esterilizarlo antes del primer uso y si el bebé es muy pequeñito (no se lleva aún las cosas a la boca). Después es suficiente con lavarlo con agua caliente y un jabón poco agresivo (mejor a mano que en el lavavajillas). Lo mismo ocurre con la vajilla. Es importante aclararlos bien para eliminar los restos de jabón.

Esponja de baño

Conviene cambiarla con frecuencia porque es un medio idóneo para el crecimiento de microorganismos.

Además, hay que ventilar a diario

En invierno, cuando los niños están más tiempo encerrados en casa, son más propensos a padecer alergias al polvo, a los animales domésticos, al humo del tabaco y a sufrir ataques de asma. Para aliviar el riesgo, es conveniente ventilar todas las habitaciones a diario aunque haga frío. Son suficientes 10-15 minutos dos o tres veces al día (al menos por la mañana y la tarde).

Para mantener la higiene del bebé y de toda la familia basta con aplicar muchas veces el sentido común. No hay que volverse locos lavando y esterilizando todo constantemente, y tampoco hay que ignorar los riesgos de infecciones.

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