Bebé con cabeza achatada
Los huesos de la cabeza de un recién nacido son bastante blanditos. Por eso, la postura en la que pasa más horas en la cuna o el cochecito puede afectar a la forma de su cabeza, aplastándola por algunas zonas.
Autor: Susana Molina
Este problema, conocido como plagiocefalia postural, tiene solución y puede prevenirse con unas medidas muy sencillas.
La recomendación de todos los pediatras, desde hace unos años, de acostar a los niños boca arriba para evitar la muerte súbita del lactante ha hecho que aumente el número de niños con la cabecita achatada anormalmente. Este problema se llama plagiocefalia (cabeza oblicua) postural.
Estas deformidades no deben confundirse con otro trastorno llamado craneosinóstisis, que consiste en que, por causas congénitas, las suturas se cierran antes de tiempo e impiden que el cerebro pueda seguir creciendo con normalidad. La solución en este caso es quirúrgica.
Para la plagiocefalia hay soluciones mucho más sencillas y menos traumáticas que deben aplicarse desde el momento en que nace el bebé.
Cómo prevenir la plagiocefalia
- El bebé debe cambiar de postura con frecuencia. Después de cada toma, por ejemplo, hay que colocarle del otro lado, no volver a dejarlo como estaba. También, cuando lo tomamos en brazos, debemos alternar el lado del que lo hacemos.
- Es muy saludable que, cuando estén despiertos, reposen sobre sus barriguitas. Con ello conseguiremos que fortalezcan los músculos de su espalda y de su cuello, porque instintivamente levantan la cabeza y la giran a los lados.
- Si el niño pasa muchas horas en el carrito, en la sillita del coche o en el llamado «huevo» para transportarlo, también debemos estar pendientes de que no apoye siempre el mismo punto de la cabeza.
- El pediatra notará que la cabeza del niño tiene un aspecto inusual: achatada por un lado, la frente más salida de un lado que de otro, incluso un ojo más cerrado que otro o en ocasiones una de las orejas está desplazada hacia delante... Si es algo que preocupa a los padres y el doctor no les ha comentado nada, estos pueden y deben preguntárselo.
- El doctor enviará al bebé al neurocirujano, que observará y evaluará al niño. Los tratamientos que se inician entre los cuatro y los nueve meses tienen más posibilidades de éxito que los que se retrasan.
Tratamiento
Asesor: Dr. José García-Sicilia, coordinador de Atención Primaria del Hospital Infantil La Paz de Madrid.