Rutinas para dormir
¿Cómo crear los hábitos de sueño del bebé?
Los ciclos del sueño, que son tan personales como las huellas dactilares, se van configurando a la par que el desarrollo del bebé en otras áreas. Pero crear hábitos a la hora de dormir, siempre adecuados a su edad, puede ayudarle a descansar bien, como respetar sus horarios de levantarse y acostarse, incuso los dáis de fiesta.
- Un recién nacido duerme 16 ó 17 horas diarias. Se suele despertar cada tres o cuatro horas, habitualmente para comer, y permanece despierto entre una y dos horas seguidas, tiempo que irá aumentando poco a poco.
- Con mes y medio, los patrones de sueño del bebé empiezan a seguir los ciclos de luz-oscuridad. El niño comienza a dormir más por la noche.
- A los tres meses, el 70% de ellos duerme cinco horas seguidas.
3-6 meses
- A partir de los cuatro meses, el bebé se relaciona más con su entorno y ya intuye cuándo toca comer, bañarse o dar un paseo.
- Permanece más tiempo despierto en su cuna, aunque duerme la siesta por la mañana y por la tarde.
- De noche, es probable que ya no necesite la toma y consolide un sueño más largo (de más de seis horas), durante el que se despertará al menos dos veces, aunque suele volver a dormirse él solo.
Estrategia
Es el momento idóneo de sentar las bases para que aprenda a dormir.
- Durante las siestas el niño debe percibir la luz del sol y habituarse a los ruidos cotidianos de la casa.
- Por la noche conviene que haya oscuridad y silencio, para que comience a distinguir el día de la noche.
- Podemos introducir ya el ritual de presueño, que consiste en realizar una serie de actividades tranquilas, como un baño calentito o un juego relajante a última hora de la tarde, para que el pequeño lo vaya asociando con el momento de dormir.
- Es también la ocasión de plantearnos pasarle a su propio cuarto, ya que hacia los siete u ocho meses aparece la etapa de la angustia de separación, que podría dificultar el cambio.
6-12 meses
- El bebé comienza a interactuar con lo que le rodea y todo le llama la atención.
- No necesita comer tan a menudo, por lo que su sueño ya no depende tanto de la alimentación.
- En general, duerme unas 12 horas diarias con dos siestas durante el día (algunos dejan de echar la siesta matinal hacia el año de vida).
- Aguanta más horas de sueño seguidas por la noche.
- A partir de los 8-10 meses sus ciclos de sueño empiezan a ser similares a los de los adultos.
Estrategia
Es el momento de afianzar el ritual del presueño y habituarle a dormirse solo.
- Hay niños a los que les encanta que les cuenten un cuento (que suele ser siempre el mismo), a otros que les canten, otros prefieren acostarse rodeados de sus muñecos y jugar un ratito con ellos o entretenerse con los dibujos de su libro favorito.
- Este ritual le pone en disposición de dormir pero no debemos quedarnos con él hasta que se duerma. Tras cumplir el ritual, debemos despedirnos y salir del cuarto para que concilie el sueño él solo.
- Es posible que se despierte alguna vez por la noche y llore al encontrarse solo para reclamar nuestra presencia. Por ese motivo el «objeto transicional», o lo que es lo mismo, su muñeco mantita preferida es fundamental, ya que le aporta seguridad durante la noche.
Asesor: Gonzalo Pin, director médico de la Unidad de Sueño Infantil de la Clínica Quirón de Valencia.