Estimulación y juego
4 actividades fáciles para una tarde con el bebé
Vamos a dar varias ideas para tener entretenido a un niño de muy corta edad y a la vez estimular sus sentidos, ayudándole a descubrir el mundo, todo con cosas que tenemos en casa.
Cuando tenemos en casa un bebé que ya se sienta pensamos que con dejarle un sonajero u ofrecerle algún peluche ya está estimulado y debería distraerse. Pués intentadlo y podréis observar que la maravillosa distracción que inventamos, durará no más de unos segundos, con suerte algún minuto. Así que os damos cuatro ideas para una tarde de juegos fáciles de hacer con materiales que tenemos en casa.

Cesto de los tesoros: Esta es una actividad super habitual en las escuelas infantiles. Es un juego muy estructurado y educativamente lleva unas reglas muy claras, pero en casa podemos saltárnoslas y preparar un cesto casero.
Necesitamos una cesta de mimbre o tela (en su defecto, una caja de cartón). Meteremos en la cesta todo lo que veamos por casa de materiales puros (metal, cartón, piedra, tela, y madera), siempre que sea de un tamaño imposible de tragar y seguro, porque lo van a chupar todo. No compréis nada, buscad cosas habituales de casa que nos puedan servir como cucharas grandes o palas de madera, cucharones metálicos o cualquier utensilio de cocina que sea metálico o de madera. ¡Comprobad que no corten!
Otro objetos interesantes de meter en el cesto de los tesoros son las anillas de cortina, trozos de tela, pañuelos, mortero de madera, cadenas gruesas y largas, pinzas de la ropa… Que no os importe poner objetos repetidos, ¡cuántos más mejor!
Conviene que haya varios recipientes como los botes de la leche de continuación, cualquier cosa que cumpla las dos reglas: Seguro y de material puro, es decir, retirando todo lo que sea de plásticos y derivados.
¡Y comienza el juego! Retiramos todo el resto de juguetes y dejamos el cesto al alcance del niño, os aseguramos que pueden pasar horas… lo ideal es no intervenir, no jugar con él, está descubriendo las texturas, temperaturas, sonidos, colores, sabores y el adulto que ya tiene todo eso aprendido solo interfiere en su aprendizaje y su espontaneidad.
Una vez que el niño abandone el juego, se recoge todo en el cesto y se deja unos días escondido, de forma que cuando se vuelva a sacar vuelva a ser novedad.

Masa de sal: La masa de sal es una plastilina natural; (sabrosa según gustos, pero perfectamente comestible).
Se trata de una mezcla de una medida de harina, media de sal y media de agua. El agua se echa poco a poco y a ojo hasta que quede una plastilina que no se pegue. Podemos dejar al niño manipularla tranquilamente y podemos hacer plasmación de manos y pies para tenerlo de recuerdo. Seca al aire y endurece. Si los niños son mas mayores, al hacer la masa, podemos mezclar alguna fruta muy madura que se deshaga con facilidad como fresa, que le da olor, sabor y color. (Si es para dejarlo secar y guardar lo modelado, es mejor no incluir frutas).

Títeres calcetín: Vuestros hijos buscan la interacción con el adulto a tráves del títere, independientemente de como sea este, meted la mano en un calcetín y "a parlotear", peinadlo con su peine, darle de beber o comer, ponerle vuestras gafas, hacedle dormir o contarle un cuento al niño y sobre todo comeroslo a besos, se puede aprovechar para nombrar y ubicar al bebe las partes del cuerpo, "que te muerdo un pie", "un beso en el moflete", "abrimos mucho la boca", "cosquillas en el ombligo"… Le fascinará aún mas si ponéis al niño la pareja del calcetín.
Esta actividad se puede hacer con bebés de muy corta edad aunque no se sienten.

A los bebés les encantan los papeles, nuestras facturas son ideales para su juego. ¿Quién no tiene en casa una guía vieja de teléfonos? Pues bien, dejadla a su alcance y preparad una gran bolsa de basura para recoger cuando termine. El papel de la guía es muy fino y le permite rasgar y arrugar con mucha facilidad, le tendréis entretenido un largo tiempo a parte de desarrollar su destreza en motricidad fina. También podemos aprovechar para aplaudir al bebé cada vez que guarde un trozo de papel en la bolsa de basura, fomentando así el hábito de recogida. Os animamos a hacerlo a través de la canción 'A guardar, a guardar'.