Las siestas de mi hijo son muy cortas, ¿por qué?
Hay niños que echan largas siestas y niños que solo necesitan pocos minutos. Las dos situaciones son normales y no hay que luchar contra la naturaleza.
Todos tenemos un reloj del sueño personal en la cabeza. Es el que hace que unos niños se despierten y se acuesten muy temprano y a otros les ocurra al revés. Esa es también la razón de algunos pequeños precisen siestas largas de 90 minutos y otros tengan bastante con 10 minutos.
Cada niño tiene su forma característica de dormir. Siempre que descanse lo suficiente por la noche y por el día este contento y espabilado, no hay problema en que las siestas sean cortas.
No hay que forzarle
Si un niño habitualmente solo hace siestas de 15 minutos no pasa nada, es lo que necesita. No hay que forzarle a dormir cuando su cerebro no lo precisa, es mejor dejarle en la cuna solo si de verdad lo necesita. Si le obligas a dormir solo conseguirás irritarle y crearle rechazo hacia la cuna.
Poco a poco, irá desarrollando su autonomía para organizar su sueño.
No hay una duración fija para la siesta. Lo importante es dar al niño la oportunidad de descansar con un horario semejante todos los días, evitando, eso sí, que lo haga demasiado tarde porque una siesta tardía podría retrasar y entorpecer su sueño nocturno.
Asesor: Dr Gonzalo Pin, pediatra Jefe de la Unidad de Sueño del Hospital Quirón de Valencia.