Ser Padres

"Los métodos de 'entrenamiento' del sueño no logran que los bebés duerman"

En una entrevista a Nils Bergman, médico neonatólogo sudafricano, conocido por sus estudios sobre neurociencia perinatal, asegura que el entrenamiento del sueño, como el método Estivill, "solo les enseñan a quedarse callados". Desmontamos el libro "Duérmete niño".

Ana Palicio

El doctor Estivill, pediatra especialista en medicina del sueño y autor del libro "Duerméte niño" continúa confiando en los métodos educativos para entrenar el sueño de los niños y en una reciente conferencia afirmó que “el colecho hace niños más inseguros y padres más inestables”. Hoy os traemos las conclusiones del neuropediatra sudafricano, Nils Bergman, muy conocido por sus estudios científicos del contacto piel con piel sobre el sueño del bebé y su entrenamiento. El doctor es el director de la maternidad del hospital de Mowbray, donde asiste 18.000 nacimientos por año, y lleva décadas investigando qué pasa en el cerebro de los bebés al nacer. Durante una entrevista al periódico ABC, al ser preguntado por el famoso y muy utilizado método Estivill su respuesta fue contundente:

"El llanto es un signo primitivo y muy poderoso de supervivencia, que obliga al adulto a aproximarse. Los bebés separados sufren ansiedad y estrés extremos. Los métodos de 'entrenamiento' del sueño no logran que los bebés duerman, solo les enseñan a quedarse callados. Están tumbados, quietos, sabiendo que nadie va a responder a sus necesidades. Aprenden a aceptar que han sido abandonados. Básicamente pierden la capacidad de confiar. Varios estudios apoyan estos métodos, usando como resultado la satisfacción parental. Funciona bien para responder a las necesidades percibidas de los padres. Estos estudios, sin embargo, no han medido el efecto en el desarrollo emocional y social de los niños".

El neuropediatra ha sentado las bases de lo que ocurre en el cerebro de los bebés cuando los padres no responden a sus necesidades.

Durante la fase del sueño REM es cuando se produce una poda de las emociones negativas para que estas no se fijen en nuestros recuerdos, y por ello,  aumenta la cantidad de cortisol impidiendo que estas emociones se fijen en el cerebro, o como explica el médico para "que te lo quitas de encima (lo negativo)".

Para el Dr. Bergman, como explicamos en el artículo, que los bebés dormir con sus madres hasta los 3 años, "separar al bebé de la madre al nacer provoca en los recién nacidos ansiedad y estrés, y además carece de base científica".

Por ello, métodos para "enseñar a dormir al bebé" como el de Estivill no hace otra cosa que conseguir que los niños vayan a la cama con un alto nivel de cortisol. Lo que en palabras del doctor Bergman "no es sano para un desarrollo adecuado del bebé". En su opinión "debemos proteger el sueño y hacer que el bebé se sienta seguro durante el sueño y podemos hacerlo de una forma muy sencilla". Según explica el doctor "el sueño en niños está basado en el olor". En la edad adulta, el  sentido del olfato se ve mermado, pero los recién nacidos lo tienen muy desarrollado y es el olfato el que "les ayuda a controlar el sueño y el buen desarrollo cuando están despiertos". El sueño y su estado de cortisol es el que "determina el comportamiento emocional, es el encargado de regular el ritmo cardíaco hasta la digestión". Así es que la creencia de que los bebés están creciendo mientras duermen es totalmente cierta.
 
En palabras del neuropediatra: "Nos puede parece que el sueño del bebé es un estado de desconexión, pero el sueño es precisamente cuando el cerebro se está desarrollando y por ello, requiere el olor materno y el contacto piel con piel". La explicación científica es que el olor manda información a la parte frontal del cerebro, y esta lo envía al cerebro más emocional, es decir, a la amígdala". En este ir y venir en el cerebro, el olor y el calor corporal son el vehículo que permiten el buen desarrollo del cerebro del bebé"El contacto piel con piel específicamente ayuda a mantener los ciclos de sueño, y estos son los que en un futuro permiten la madurez del cerebro".

En su estudio sobre si los bebés deben dormir solos, Nils Bergman afirma que "los bebés que están durmiendo en sus cunas a cierta distancia de sus madres están en un estado de excitación ansiosa ... lo que significa que están estresados. Este estrés puede influir en su desarrollo del cerebro". De hecho, los bebés que duermen separados "no realizan fases del sueño tranquilo y pueden llegar a tener un efecto adverso su desarrollo".

Fuente: ABC, kangaroomothercare.com

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