La higiene de biberones y chupetes
La higiene de los biberones y chupetes del bebé es fundamental. En principio, es suficiente con lavarlos bien con agua y jabón, aunque muchos padres se sienten más tranquilos si esterilizan las cosas de sus bebés.
Te contamos todos los sistemas existentes para garantizar la máxima limpieza.
Para limpiar el biberón del bebé hay que lavarlo muy bien con agua caliente y lavavajillas, junto con la tetina y la tapa. Lo mismo sucede con el chupete.
Si empleamos este sistema, es fundamental aclarar muy bien todos los elementos, para que no quede ningún resto de jabón.
Esterilización de biberones y chupetes
Hay padres a los que les sigue pareciendo más seguro esterilizar las cosas de sus bebés, sobre todo si son prematuros, recién nacidos o durante los primeros meses de vida.
La esterilización de los biberones y chupetes puede realizarse en caliente o en frío.
Esterilización en caliente
En caliente, el sistema más corriente es la ebullición tradicional: se sumergen tetinas, biberones y chupetes en agua hirviendo durante 15 ó 20 minutos. Aunque sirve cualquier cazuela, existen recipientes específicos para este fin.
Los esterilizadores eléctricos de vapor: un ahorro de tiempo
Para esterilizar en caliente pueden emplearse también esterilizadores de vapor, eléctricos o para microondas.
Son más rápidos y ahorran trabajo: basta con añadir un poco de agua para que el intenso calor del vapor mate todas las bacterias en un tiempo récord.
Esterilización en frío
En la esterilización en frío se utilizan sustancias químicas que se diluyen en agua del grifo. Para evitar la formación de depósitos, es aconsejable hervir de vez en cuando los biberones con agua y un poco de vinagre. Después se aclaran bien y se esterilizan antes de usarlos.