Operación de labio leporino: ¿cuándo es necesaria?
Con el objetivo de reparar este defecto congénito, la operación de labio leporino es el tratamiento médico más oportuno, sencillo y eficaz. Y ayudará a reducir problemas relacionados.
Tanto el labio leporino como el paladar hendido son defectos de nacimiento que ocurren cuando la boca o el labio de un bebé no se han formado adecuadamente durante el embarazo. Cuando se presentan juntos, estos defectos de nacimiento son conocidos médicamente bajo el término de “hendidas orofaciales”.
Son defectos congénitos, lo que significa que es un problema que sucede mientras el bebé se desarrolla en el interior del cuerpo de la madre, durante la gestación. En la mayoría de las ocasiones, estos defectos congénitos ocurren durante el primer trimestre de embarazo. Y se estima que, en el caso del labio leporino afecta a uno de cada 700 bebés.
Se diagnostican fácilmente por parte del pediatra, ya que se caracterizan por ser dos defectos que se descubren inmediatamente tras el nacimiento, lo que significa que no se necesitan pruebas especiales para ello, al ser bastante evidentes. Es más, pueden incluso diagnosticarse antes del nacimiento del bebé, ya que es posible observarlos cuando se realiza la ecografía prenatal.
Por ejemplo, el labio leporino puede ser diagnosticado mediante ecografía prenatal alrededor de la semana 13 de embarazo. No obstante, a medida que el feto crece y se desarrolla, su diagnóstico por ecografía suele ser mucho más fácil.
La cirugía del labio leporino como tratamiento eficaz
Lo cierto es que la operación de labio leporino es necesaria en la mayoría de los casos, ya que de no tratarse en el momento indicado, puede causar problemas con la lactancia, la alimentación y el habla.
Dependiendo de la gravedad de la fisura orofacial, el tratamiento para niños puede variar, al igual que en función de su edad, las necesidades que tenga, si existen otros defectos de nacimiento o ante la presencia de síndromes asociados.
En el caso particular del labio leporino, la cirugía de reparación es uno de los tratamientos médicos recomendados, ya que persigue corregir el defecto y mejorar así la capacidad del pequeño para comer y hablar sin problemas, logrando así un aspecto facial normal.
Y, además, como indicábamos al comienzo de este apartado, ayuda a evitar problemas posteriores, que pueden afectar al desarrollo del habla y del lenguaje, así como a la respiración.
Esta cirugía generalmente se practica en los primeros meses de vida, y se recomienda llevarla a cabo dentro de los primeros 12 meses de vida del bebé. En muchas ocasiones, esta reparación se realiza médicamente dentro de los primeros 3 a 6 meses de edad.
¿Cómo se realiza la reparación del labio leporino en el bebé?
La operación de labio leporino se realiza en un hospital, con anestesia general, de manera que el pequeño no estará despierto durante la cirugía, y tampoco sentirá dolor.
Para llevar a cabo la reparación, el cirujano especializado lleva a cabo incisiones a ambos lados de la hendidura, formando colgajos de tejido. Luego, estos colgajos son colgados juntos, incluyendo también los músculos de los labios. De esta forma, el especialista arreglará los tejidos involucrados, y coserá el labio.
Las suturas que se practican son en realidad muy pequeñas, ya que se persigue que la cicatriz que quede sea igualmente lo más pequeña posible. Con el tiempo, la mayor parte de las suturas acabarán por absorberse en el tejido a la vez que la cicatriz se sana, no siendo necesario retirarla más tarde.

Qué es el labio leporino
Como en el caso del labio leporino también es posible que la fisura involucre a la nariz, es común que al mismo tiempo que se opera el labio leporino se proceda a la reparación de la fisura nasal. Esto es debido a que la hendidura puede afectar solo al labio superior, o bien extenderse más allá, hasta la nariz.
Básicamente, lo que se persigue con la cirugía es cerrar la separación existente en el labio hasta el orificio nasal.
Con el tratamiento médico adecuado, la mayoría de los niños con labio leporino se desarrollan bien, y llevan una vida perfectamente saludable.
¿Qué es el labio leporino?
El labio leporino es una malformación facial y oral que ocurre de forma realmente temprana en el embarazo, mientras el bebé se desarrolla dentro de la madre.
Consiste en una división o separación física de los dos lados del labio superior, de ahí que surja habitualmente como una abertura o brecha estrecha, la cual se sitúa en la piel del labio superior.
Además, es bastante habitual que esta separación se extienda a menudo más allá de la base de la nariz, incluyendo los huesos de la mandíbula superior y/o la encía situada en la parte superior de la boca.
Es un defecto congénito que se diferencia claramente del paladar hendido, que se trata de una división o abertura que se produce en el techo de la boca, pudiendo involucrar tanto al paladar duro como al paladar blando.
De hecho, el labio y el paladar se desarrollan por separado, por lo que es posible tener un labio leporino sin paladar hendido, un paladar hendido sin labio leporino, o incluso sufrir ambos defectos.