¿Se deberían implicar más los hombres en la lactancia?
En algunos países el apoyo del entorno y, en concreto, del padre a la mujer es muy bajo o prácticamente nulo. Los motivos son varios y, entre ellos, creencias populares que impiden reducir el riesgo que tienen para los bebés algunos posibles problemas de salud que pueden surgir en sus primeros meses de vida.
Cada vez son más los padres que participan y se involucran durante la lactancia materna. De hecho, según una reciente encuesta impulsada por Philips Avent, un 91% de los padres españoles asegura querer implicarse durante este primer período de crianza de sus hijos que tradicionalmente se ha asociado a la mujer.
La madre debe sentirse apoyada durante la lactancia. Y es que la salud de un bebé que no ha sido amamantado durante el primer medio año de vida tiene más riesgos de sufrir altibajos. No obstante, hay países que aún no son conscientes de lo grave que resulta no favorecer la lactancia materna hasta los seis meses, clave para combatir la desnutrición aguda infantil. Entre los factores que obstaculizan acabar con esta preocupante realidad, expertos en nutrición de Acción contra el Hambre destacan uno de índole social: la poca implicación del entorno y, en particular, del hombre.
Jennifer Guzmán, responsable del programa de nutrición de esta ONG en Colombia lamenta que en determinadas zonas del país latinoamericano la lactancia se “considera como una responsabilidad exclusiva de la mujer, encontrando escaso o nulo apoyo en la pareja o en la comunidad a esta práctica”. Por otra parte, en Líbano, dar el pecho al bebé es una cuestión antiestética. “Muchos hombres hacen desistir a las mujeres de amamantar para preservar la forma de sus senos”, apunta Rola Abdallah, supervisora de nutrición y salud en la provincia de Zahle. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de finales del año pasado, casi un 70% de las madres de la República Dominicana cree que la estética es el principal motivo por el que no dan de mamar.
"No podemos seguir afrontándolo como un tema femenino. Hay que trabajar con los hombres para que entendamos la importancia crucial de la lactancia materna hasta los seis meses para la salud del pequeño, y que podamos facilitarla derribando percepciones negativas asociadas al hecho de amamantar y liberando a la mujer de carga de trabajo que la obstaculiza", afirma Antonio Vargas, responsable de salud y nutrición de Acción contra el Hambre.
La ONG, además, piensa que en sus programas de ayuda se debe “priorizar a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia” para controlar su estado nutricional, algo fundamental para poder amamantar a sus hijos y garantizar su salud.
Asimismo, hay otras barreras culturales que dificultan que las madres puedan dar el pecho a sus bebés. Por ejemplo, el mito de que la mastitis (inflamación en el seno causada por una infección) es una maldición. En otros lugares, se sustituye el calostro (el primer tipo de leche que se produce tras dar a luz) por agua bendita al considerarlo poco nutritivo, aunque en realidad se trata del alimento perfecto para el pequeño. Incluso hay sitios donde el recién nacido se ve sometido a una “purga” que se realiza en su estómago durante varios días después de la primera toma.
A todo esto hay que sumar el hecho de que dar el pecho en sitios públicos aún no está bien visto, ni siquiera en los países más progresistas y liberales.
Además, el desconocimiento generalizado en aquellos países subdesarrollados donde el nivel de educación y alfabetización es bajísimo hace que las iniciativas llevadas a cabo para concienciar acerca de este tema tengan que darse por una vía diferente a la racional. "En Mauritania decidimos optar por basarnos en los propios preceptos del Corán como la mejor estrategia para promover la lactancia y produjimos materiales de sensibilización que al incorporarlos en las actividades dieron mejor resultado que solamente con una argumentación científica", explica desde el país africano Souleymane Hassane Toukou, coordinador de nutrición y salud.