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Lengua blanca del bebé: ¿cuáles son sus causas?

Cuando el bebé empieza a mostrar la lengua blanquecina puede ser habitualmente por dos causas, una de ellas sin importancia, y otra que sí requiere observación y, en algunos casos, tratamiento. No obstante, en muchas ocasiones no suele dar ningún problema.

A medida que pasamos más y más tiempo observando al recién nacido, es posible, en ocasiones, notar la presencia de una capa blanquecina en su pequeña lengua. Muchas madres y padres se alarman, aunque lo cierto es que podría ser la señal de una de las dos causas siguientes: residuos de leche, o bien aftas orales.
Por suerte, aunque en apariencia pueden ser similares, sí existen algunas diferencias entre ambas, lo que puede ayudar a los padres a determinar cuál sería de las dos, y permitir así identificar cuál es la causa subyacente real que está ocasionando que la lengua del recién nacido o del bebé se haya vuelto blanca, y cómo tratarla en consecuencia.

La lengua blanca del bebé: ¿qué puede ser?

Después de pasar algunos días en el hospital tras el parto, al llegar a casa con el recién nacido, es común que los primeros momentos de ansiedad o de preocupación por el bienestar del pequeño se convierta en tranquilidad y felicidad.
Es normal que, mientras duerme, nos sentemos delante y empecemos a observarlo con fascinación: su pelo, sus facciones, su respiración… Mientras que, cuando está despierto, es común también que lo observemos con más detenimiento si cabe, para detectar cualquier condición o afección antes de que avance demasiado.
Es completamente común -y normal- preocuparnos por el bebé. Y nunca debes dejar que nadie te diga que aquello que te puede estar preocupando sea una tontería. Así, si observas una capa blanca en la lengua del recién nacido o de tu bebé pequeño es normal que pienses inmediatamente que se trate de aftas, y llames al pediatra. Y, efectivamente, no hay nada de malo en ello.
Pero también existe la posibilidad de que lo que crees que es una levadura sea en realidad residuos de leche. Distinguirlos puede ser complicado, dado que suelen tener síntomas parecidos.
Si bien es cierto que notar una capa blanca o blanquecina en la lengua del pequeño puede parecer un motivo de preocupación, la mayoría de las veces es simplemente un residuo de leche, el cual puede quedarse después de la alimentación.

Manchas blancas en la lengua del bebé: señales de que son residuos de leche

Una de las formas más fáciles de notar la diferencia entre una mancha blanquecina causada por un residuo de leche es tratar de limpiarlo con la ayuda de un paño húmedo y tibio.
De esta forma, si el residuo se desprende o disminuye en apariencia se trata de un residuo de leche, y no de aftas. De hecho, debes tener en cuenta que los residuos de leche, por lo general, tienden a ser más notables después de las comidas, y solo aparecen en la lengua.
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Lengua blanca del bebé causada por residuos de leche

¿Y qué causa esta acumulación de leche en esta zona? En pocas palabras, la falta de saliva. A diferencia de un adulto, la boca del recién nacido, especialmente durante los primeros meses después del nacimiento (hasta aproximadamente el cuarto mes de vida), no produce mucha saliva, por lo que, a menos cantidad de saliva, más difícil es retirar o eliminar la leche que queda en ella.
Independientemente de la causa, los residuos de leche no son permanentes, ni deben convertirse en motivo de preocupación. Así, cuando el bebé empieza a producir más saliva, o cuando empieza a comer alimentos sólidos, la lengua blanca acabará por desaparecer.
Mientras esto ocurre, la mejor opción es limpiar suavemente el residuo de leche con un paño suave y húmedo, cada vez que aparece, o bien después de la alimentación. Aunque en realidad puede no ser necesario.

Cuándo podrían ser aftas

Conocida con el nombre de candidiasis oral (o candidiasis bucal, también denominado popularmente como muguet), se trata de una infección por hongos causada por un crecimiento excesivo del hongo Candida, el mismo tipo de causa infecciones vaginales por hongos, o erupciones de pañal.
En el caso de tratarse de una candidiasis oral, lo más común es que la infección se forme en partes de la boca relacionadas o involucradas con la succión, lo que incluye no solo la lengua del bebé, sino sus labios y la parte interna de las mejillas.
Si crees que el bebé puede tener aftas, es poco probable que las zonas blanquecinas se limiten únicamente a la lengua. Así, si le abres la boca con cuidado, es posible que también observes una capa blanquecina sobre otras áreas.
Es más, si no puede retirar la capa con la ayuda de un paño húmedo, y con cuidado, o incluso cuando puedes hacerlo, pero queda al descubierto una zona rosada, posiblemente se trate de candidiasis.
Si notas estos síntomas, en primer lugar no entres en pánico. Pero aún cuando se trate de una candidiasis leve que no causa ningún problema, siempre existe la posibilidad de que la infección empeore, por lo que no debe ser ignorada.
Por ejemplo, el bebé puede empezar a tener dolor o molestias que le ocasionen problemas para alimentarse o coger el pecho con normalidad, o algo aún peor: la infección puede pasar a los pezones.
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