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Vacunación: única arma para prevenir la meningitis

En el último año en España ha habido 417 casos de meningitis producidas por meningococo. Se trata de una enfermedad grave que puede ser mortal o conllevar secuelas importantes.

La meningitis es una infección del sistema nervioso, de las meninges, unas membranas que cubren el cerebro y la médula espinal. Con la infección se inflaman y producen comprensión sobre estas estructuras tan delicadas, de ahí la gravedad. Puede estar provocada por muchas causas, pero en los niños lo más frecuente es que sea por infecciones por virus, que suelen ser más leves, o por bacterias, de carácter más grave. Muy infrecuente es la producida por hongos y parásitos.

Hoy en día, tal y como explica Irene Maté Cano, médico pediatra con subespecialización en enfermedades infecciosas, “dentro de las bacterias que causan meningitis, el meningococo es las más importante”. Otras, asegura, como el neumococo o el Haemophilus Influenzae se han hecho rarísimas tras la aparición de vacunas para prevenirlas.

Existen 6 tipos de meningococo que causan enfermedad meningocócica invasiva en seres humanos: A, B, C, W, Y y X. La distribución de las distintas letras varía según la zona del mundo. En Europa los más frecuentes son B, C y W. “Tras el cierre de la temporada epidemiológica en España se han producido en total 412 casos por meningococo; 149 casos por meningococo B, 82 casos de W y 49 de Y. En conjunto, tal y como apunta Fernando Sánchez Perales, jefe de servicio de Pediatría del Hospital de Torrejón, “representan 0,33 casos por cada 100.000 habitantes, pero si nos fijamos en los menores de 1 año, que son los más afectados, hablaríamos de 6,9 casos por cada 100.000”.

A pesar de estos datos, Cristina Regojo Balboa, cofundadora de la Asociación Española contra la Meningitis y médico especialista en Análisis Clínicos en el Hospital Universitario de Vigo (CHUVI) asegura que “la sociedad española no es suficientemente consciente de la existencia de la enfermedad y sus consecuencias”. Así, tal y como detalla, “un 10 % de las personas afectadas de meningitis fallecen y entre un 25-30 % de los que sobreviven pueden quedar con graves secuelas como sordera, alteraciones neurológicas, retraso mental, amputaciones de miembros, ceguera, etc”. Y es que Cristina conoce muy bien la cara de la meningitis. No solo por su profesión sino porque ella la padeció cuando tenía cuatro años, en 1981. Entre otras secuelas, Cristina tiene hipoacusia bilateral profunda (sordera total), por ello sabe que sobrevivir a una meningitis “supone un alto coste psicológico y económico, tanto para los afectados, como para sus familias, ya que los supervivientes necesitan apoyo psicológico, implantes cocleares, prótesis de brazos y piernas, rehabilitación, cuidadores… ”.

Tratamiento

El doctor Sánchez Perales incide en la importancia de su pronto diagnóstico: “Es necesario detectarlas muy precozmente ya que en pocas horas pueden producir sepsis, que es una infección generalizada con muy alta mortalidad”. El problema, asegura el experto, es que los síntomas iniciales “pueden confundirse con los de cualquier cuadro febril, incluso catarros y por tanto ni siquiera con técnicas de laboratorio podríamos detectarlo, lo cual lleva a que en muchos cosos el desenlace sea fatal”.

El tratamiento se basa en antibióticos habituales, como la penicilina, según la doctora Maté Cano. El problema, señala, es que a veces la infección es tan grave que necesita ingreso en la UCI para tratamientos más complejos como la ventilación mecánica o fármacos para mantener la tensión arterial, entre otros. Además, la meningitis meningocócica puede ser contagiosa y por eso cuando hay un caso se da quimioprofilaxis (tratamiento para evitar que la enfermedad aparezca o evolucione) a los familiares y contactos cercanos como los compañeros de clase o los profesores.

Por ello, todos los expertos coinciden en la misma solución: vacunarse. “La única forma de prevenirla es con vacunas; no olvidemos que es una enfermedad poco frecuente pero que produce una mortalidad del 10 % y unas secuelas en el 20 %. Aunque es poco frecuente, en un 30 % de los afectados tiene muy graves consecuencias”, señala el doctor Sánchez Perales.

Coberturas vacunales

Actualmente hay vacunas contra casi todos los tipos de meningococos. En España existe un calendario común de vacunación frente a algunos de los microorganismos que pueden causar la enfermedad: el Neumococo, el Haemophilus Influenzae tipo B, y el Meningococo ACWY. Sin embargo, aunque existe una vacuna contra el meningococo B, que hoy por hoy es la bacteria que produce un mayor número de casos, ésta no está incluida dentro del calendario financiado por el Ministerio de Sanidad.

La doctora Regojo Balboa explica que “la enfermedad meningocócica por serogrupo B sigue siendo la que produce el mayor número de casos, si bien, sólo está incluida en el calendario de Castilla y León y Canarias, aunque Andalucía y Melilla ya la están estudiando” y aunque aplaude que estas comunidades hayan sido sensibles y decidan proteger a su población infantil de esta enfermedad, “la actual situación genera una desigualdad en el sistema sanitario español con la que no estamos de acuerdo”.

El objetivo de los profesionales sanitarios es conseguir que el Ministerio de Sanidad apruebe un calendario oficial de vacunación de máximos que sirva como guía para que todas las comunidades autónomas tomen ejemplo. “En el siglo XXI es difícil entender que un bebé o adolescente puedan fallecer o quedar con secuelas graves por una meningitis”, apunta Regojo.

¿Qué datos demuestran la efectividad de la vacuna contra el meningococo B?

A mediados del mes de noviembre se publicaron las actas de la reunión de octubre del Comité de Vacunación del Reino Unido (JCVI) en las que se recogen los resultados tras 3 años del inicio del programa de vacunación frente a meningitis B a los lactantes de este país con una dosis a los dos meses, otra a los cuatro meses y una última dosis al cumplir un año.Tras 3 millones de dosis administradas no se ha encontrado ninguna alerta de seguridad relevante y se estima una reducción de casos del 74 % en tres años lo que ha supuesto la prevención de unos 277 casos.

Artículo escrito por Marta Riesgo

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