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¿Por qué gatear estimula las habilidades para leer y escribir?

Cuando el bebé comienza a gatear puede resultar abrumador y muy cansado para los padres, pero lo cierto es que estimular su gateo tiene una importancia increíble en su escolarización. Dentro de sus múltiples bondades se encuentra, ni más ni menos, que mejorar las capacidades para leer y escribir. Descubre por qué.

Ay, ¡ya llega el momento previo a los primeros pasitos del bebé! Llega el gateo. Qué tierna la experiencia en la que el pequeño empieza a ganar independencia y comienza a explorar por sí solo todo lo que le rodea. Tierna, fundamental, pero también, agotadora. Ya no vale con vigilar al bebé que está acostado en su cuna o sillita, ahora el niño quiere investigar su mundo y si lo dejas de mirar un segundo puede ser el tiempo suficiente para que se haya hecho con cualquier cosa para llevarse a la boca.

Seguro que muchos padres que hayan pasado por esta fase -como todos los que estén pasando por ella- no pueden ni enumerar las veces en las que se les ha pasado por la cabeza sentar al niño en la silla para que “se estén quietos”. Pues ¡alto! Lo cierto es que no es lo mejor que se puede hacer. Sin duda, lo más indicado es todo lo contrario: estimular su gateo. ¿Por qué? Porque tiene grandes beneficios y entre ellos… ¡Ayuda al bebé a leer y a escribir en el futuro!

Aunque el gateo a veces se considere como algo perjudicial según la edad del pequeño, esto suele ser uno de los grandes mitos que giran en torno a los bebés. La realidad es que la ciencia ha demostrado que el desarrollo físico e intelectual van mano a mano y, por eso, aquí gana importancia el gateo, porque mejora la coordinación. Y esta es esencial a la hora de adquirir habilidades fundamentales como la lectura y la escritura.

Entre el sexto y el octavo mes de vida, la mayoría de bebés empiezan a gatear, aunque es posible que algunos tarden algo más en comenzar. Sea en el momento que sea, lo verdadero es que al gatear los bebés adquieren y desarrollan funciones cognitivas fundamentales, por ejemplo, la visión y el tacto se agudizan.

Es por ello que el gateo es un paso muy importante para su desarrollo psicomotor, pero también para el psicológico. Y un punto quizá no tan conocido es que ayuda enormemente a mejorar sus habilidades en lectoescritura. ¿Quieres saber el porqué de esta relación?

El gateo y la lectoescritura

  • El cerebro humano tiene dos hemisferios y para su buen funcionamiento, ambos deben estar coordinados. Para que esto sea posible, existe el cuerpo calloso, una red de fibras que se encarga de comunicar un lado con el otro. Las conexiones se activan cuando se desarrolla el patrón cruzado de movimiento… Y por eso el hecho de gatear permite que se creen conexiones entre los dos hemisferios cerebrales. Porque el niño necesariamente sincroniza el movimiento de las diferentes partes de su cuerpo: tren superior e inferior, izquierdo y derecho. Y como trabaja de forma coordinada, aprende a realizar movimientos simultáneos, lo que en futuro le ayudará a escribir.
  • Con el desplazamiento del gateo se desarrolla la coordinación mano-ojo, además de que, como se realiza a una distancia parecida a la que mantenemos cuando leemos y escribimos, se ejercita la vista, lo que le servirá al pequeño para enfocar bien y colocar los libros a una distancia adecuada.
  • Por otra parte, al soportar su propio peso en brazos y manos, estos se fortalecen y se gana estabilidad en la columna vertebral. Por tanto, se mejora la psicomotricidad fina, la que tiene injerencia en la escritura porque influye en la forma en que se coge el lápiz y en el propio trazo.
  • Cuando se gatea se toma conciencia del sentido del espacio, la profundidad y el equilibrio. Habilidades que son importantes para leer y escribir.
  • Al tener que apoyar sus manos en el suelo, el bebé descubre un montón de sensaciones táctiles totalmente nuevas. Ligado a esto, coincide con el momento en que el niño logra sentarse por sí mismo, momento en que aparece la “pinza de agarre”. Esto le permite sostener objetos, y en un futuro, el lápiz.
  • Gatear permite asentar las bases de una buena lateralización del cerebro. Lo que significa que a la hora de procesar información y realizar las acciones correspondientes, uno de los hemisferios es el dominante. De esta manera no se trabaja con ambos a la vez, lo que facilita acudir más rápidamente a funciones más complejas. 

Por todas estas positivas razones, deberíamos tener en cuenta la importancia que tendrá el gateo en la edad escolar del niño, porque cuanto antes comience a gatear, antes y más rápido comenzará a leer y escribir.

Sabiendo esto, darás rienda suelta al pequeño para que gatee por doquier... ¿Verdad?

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