
Carritos para bebés
Claves para elegir el carrito de bebé perfecto para vosotros
Elegir el mejor carrito para vuestro bebé puede ser toda una odisea. El quid de la cuestión reside en tener en cuenta vuestras necesidades personales, pues no cualquiera será válido para vosotros.
Elegir el carrito para bebé más adecuado es una decisión tan difícil que de ella depende marcar la diferencia entre facilidad, agilidad y accesibilidad o todo lo contrario. Las opciones que existen hoy en día en el mercado son tantas que, entendemos, que los padres no sabéis ni por dónde empezar cuando os aventuráis a comprar uno. Es habitual ver a muchos padres, sobre todo primerizos, con auténticos organigramas, plannings de tiendas y comparaciones entre unos y otros carritos para saber cuál es el que más se adapta a sus necesidades.
Muchas veces solemos decantarnos por aquellos que tienen un diseño exterior más o menos estético y cuyo precio está dentro de nuestras posibilidades. Pero, ¿sabías que hay un montón de claves mucho más importantes en las que debes fijarte a la hora de elegir el carrito perfecto para tu bebé? Desde Ser Padres te aconsejamos no enamorarte de uno solamente por su chasis y su carrocería y apostar por uno que os haga la vida más sencilla. Al final, en cuanto nazca el bebé, el carrito y la sillita se convertirán en vuestros compañeros inseparables para, mínimo, vuestros tres próximos años de vida, así que no sería lógico apostar por uno que no os permita maniobrar y desplazaros cómodamente junto a él.
La más importante de todas es que cada carro se adapta a una familia diferente. Probablemente, no tenga las mismas necesidades una persona que vive en un entorno rural, a una que vive en una gran ciudad donde acostumbra a estar rodeada de mucha gente. O esa familia a quien no le gusta hacer senderismo y otra que no concibe sus fines de semana sin subir a la montaña.
Basándonos en la premisa de esas necesidades, hemos elaborado una lista con las claves más importantes en las que debes fijarte a la hora de elegir el carrito perfecto para tu bebé. Como decimos, al final la última palabra la tendréis vosotros, pero nunca viene mal una pequeña guía para saber en qué os debéis fijar y qué debéis pasar por alto de sus características.
¡Allá van!

Si te gusta hacer senderismo, habrás de escoger un carrito que mezcle las características del de running con las del carrito adaptado al campo: que cuente con un buen sistema de amortiguamiento, que su sistema de seguridad tenga, por lo menos, tres puntos de sujeción y, lo más importante, que las ruedas sean grandes y robustas para permitir la estabilidad que necesita.

Este es el otro quid de la cuestión. Si tienes poco espacio en casa, será mejor que no te enamores de un carrito voluminoso y apuestes por uno que ocupe muy poco espacio cerrado. Habitualmente, los de cierre abanico cuentan con esta particularidad.

Lo mejor es que antes de aventurarte a mirar opciones de carritos, vayas a tu coche y midas bien el espacio para saber cuánto es el máximo que puede albergar. Así, habrás de decantarte por un carrito que tenga una estructura plegada de un tamaño igual o menor al que habías calculado en tu maletero. Te recomendamos que las ruedas sean pequeñas.
Existen carritos pensados para este fin así que no tendrás mayor problema.

Si viajáis mucho, sea en coche, en avión, en tren o en autobús, el elemento clave vuelve a ser el mismo: el espacio que ocupa abierto y cerrado. Deberéis escoger uno liviano, que pese poco para poderlo transportar bien, si cuenta con la opción de bolsa transportadora, mejor que mejor. Y, sobre todo, que se pliegue fácilmente y ocupe poco espacio.

No es lo mismo medir 1,85 que 1,60. Así que, es obvio que el mango del carro no deberá estar a la misma altura. Suponemos que no siempre lo manejará la misma persona así que, para evitar imprevistos y dolores de espalda, lo mejor es que optéis siempre por una opción con mango regulable que permita ponerlo a la altura de cada uno.

Si solo necesitáis un carrito sencillo, podéis optar por una silla plegable pero, eso sí, que lleve siempre el asiente reclinable para usar de los 0 meses a los 3 años de edad.

¿De verdad necesitáis un trío? Llamamos trío al carrito que incluye la silla, el capazo y silla para el coche. Y dúo al que solo trae las dos primeras opciones.
La silla es indispensable para viajar en coche, y también puede servir para desplazar al pequeño en sus primeros meses de vida. El capazo se puede usar como cuna, pero el precio de los tríos son más elevados.
Si lo cuidáis y lo tratáis bien, puede ser una inversión que merezca la pena porque no tendréis que comprar posteriormente la sillita.

Las ruedas siempre deben ser robustas y que aguanten bien la estabilidad del carro. Da igual si llevan tres o cuatro, lo importante es que tengan fuerza y que permitan maniobrar bien.

Si te gusta salir a dar largos paseos o, incluso, a hacer running y te gustaría llevarte a tu bebé, hemos de decirte que hay una posibilidad para vosotros. Existen carritos con un diseño específico para padres corredores. Sus características principales pasan por:
Tienen solo tres ruedas, pero son más grandes de lo normal y, además, todoterreno. Precisamente, eso le aporta estabilidad.
Su diseño es aerodinámico para favorecer la ligereza. Y el sistema de seguridad tiene entre tres y cinco puntos de sujeción.
Eso sí, no recomendamos estos carritos para bebés que no consigan mantener la cabecita por sí solos. Hasta que no lo logren, es mejor que no corras junto a él.

Si vives en el campo has de decantarte por un carrito todoterreno, con ruedas grandes y robustas que permitan esquivar y superar obstáculos como los charcos, los baches o las piedras sin ninguna dificultad. Además, como los suelos de los entornos rurales suelen ser empedrados, recomendados un carrito que garantice una buena amortiguación para que el bebé apenas lo sienta.
Sin embargo, si vives en una ciudad, será mejor que te decantes por un carrito liviano, que te permita maniobrarlo con una sola mano, que no sea demasiado voluminoso y cuyas ruedas giren 360 grados para que no haya problema si hay que esquivar a la multitud. Además, si viajas en transporte público, será mejor que te decantes por un carrito con pliegue sencillo (si puedes cerrarlo con una sola mano, mejor que mejor), con peso pluma y que ocupe poco espacio.