Alimentación bebé
7 alimentos que NO debes darle antes de que cumpla 1 año
Todos los padres prestamos especialmente atención a la alimentación de los más pequeños, y más durante su primer un año. Sin embargo, hay productos casi "prohibidos" en la introducción paulatina de alimentos.
La alimentación complementaria trae consigo un montón de alimentos que conviene introducir de manera progresiva a partir del segundo semestre de vida del niño.

Si acostumbramos al bebé a los alimentos dulces desarrollará predilección por ellos en el futuro. Además, aportan poco valor nutricional.
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Con el fin de evitar lametahemoglobinemia (una enfermedad que dificulta el transporte de oxígeno) debido a la alta concentración de nitritos, se deben evitar en bebés lactantes.

Lo que dicen las abuelas puede ser cierto. La miel no es recomendable en niños tan pequeños. El motivo es porque puede contener esporas de una bacteria llamada Clostridium Botulinum, que pueden germinar y provocar botulismo en el intestino del bebé (que no está bien desarrollado).

Durante la lactancia, el bebé no precisa de otros alimentos y las proteínas de la leche de vaca no son necesarias. Debido a su difícil digestión, no es recomendable en niños menores de un año.
Antes del año, entorno a los 8-10 meses, pueden introducirse derivados de la leche de vaca como son los yogures o los quesos frescos bajos en sal.
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Los riñones de los más pequeños no están lo suficientemente maduros como para tolerar la sal. Por ello, todas las comidas que se cocinen para ellos deberán hacerse sin nada de esta sustancia, pues hay que acostumbrarse a ella paulatinamente con un control muy estricto.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda evitar el consumo de ciertos pescados azules (pez espada, tiburón, atún rojo y lucio) debido a su alto contenido en mercurio. Los niños pequeños tienen el sistema nervioso en desarrollo y por ello este mercurio puede tender a acumularse.
Bajo el punto de vista de la doctora Amalia Arce, el marisco tiene tres problemas: “está en la lista de principales alérgenos, algunas piezas pueden ser difíciles de masticar y tragar y quizá el más importante es que las cabezas y los cuerpos de los crustáceos son ricos en otro metal tóxico: el cadmio.”

La Asociación Española de Pediatría no recomienda introducir frutos secos en niños menores de 3 años sin moler por el alto riesgo de atragantamiento.
Fuente: Amalia Arce