Drogas

En España está aumentando el porcentaje de mujeres que consumen drogas en el embarazo, sobre todo entre las más jóvenes.
En cuanto al efecto de estas sustancias en el embrión y el feto, un problema importante es que se suelen consumir varios tipos de drogas a la vez, junto con alcohol y tabaco.
La mayoría de los trabajos de investigación sobre los efectos de las drogas en el futuro bebé se refieren a la cocaína, ya que es la que con mayor frecuencia se utiliza sola. Éstos relacionan el consumo de cocaína en el embarazo con la aparición en el niño de defectos cardiovasculares, del sistema genitourinario y parálisis de ciertos nervios craneales, entre otros. El labio leporino y la fisura del paladar también se han relacionado con el uso de drogas en general.
Además, las condiciones sociosanitarias de las consumidoras de drogas son peores que las de aquellas que no las consumen, con lo que aumenta el riesgo de defectos congénitos. En un estudio realizado por nosotros en España observamos que las embarazadas que utilizan drogas de cualquier tipo tienen más riesgo de dar a luz bebés con defectos congénitos como espina bífida, atresia del esófago (el esófago queda interrumpido y no se comunica con el estómago), ausencia de ano o gastrosquisis (rotura de la pared del abdomen por la que sale el intestino). Hoy podemos decir que utilizar drogas en la gestación, y posiblemente justo antes de la concepción, aumenta el riesgo de cierto tipo de defectos congénitos.
Es necesario recordar dos cuestiones: primero, que las mujeres que suelen inhalar cocaína esporádicamente sepan que esta droga aumenta el riesgo de defectos congénitos. Segundo, que la madre drogadicta tiene más riesgo de tener hijos con defectos, tanto por las drogas que utiliza como por sus condiciones de vida. Además, deben saber que el tratamiento de deshabituación durante el embarazo comporta menos riesgos que el consumo de drogas.
Mantener una alimentación adecuada es otro factor primordial. El hachís disminuye el peso del recién nacido, tal vez porque acorta la gestación. Como suele utilizarse con tabaco, alcohol y otras drogas, es muy difícil conocer sus efectos por separado. La drogadicción del padre no parece dañar al futuro bebé. Los efectos mutagénicos en los gametos paternos aún están por demostrar.