Los ácidos grasos de la leche materna ayudan a conectar las nuevas neuronas del cerebro de nuestro hijo.
Contacto físico
Los niños vienen de un medio acuoso y deben aprender a reconocer los límites de su cuerpo. Con el masaje les ayudamos a saber dónde están.
Juegos de imitación
Están deseando comunicarse con nosotros, desde el primer momento. Imitarnos es su primera forma de comunicación no verbal.
En el suelo
Alrededor de los 9 meses empezarán a gatear, pero a partir de los 6 ya podemos animarles a pasar ratos jugando en el suelo.
Movimiento
El balanceo y los movimientos rítmicos ayudan a calmar al bebé y refuerzan sus conexiones cerebrales.
Una casa a su medida
Cuando los bebés empiezan a moverse solos, necesitan un espacio para ellos y libre de objetos peligrosos. Así podrán moverse con libertad.
Cerca del corazón
Llevarlos envueltos cerca nuestro desarrolla el tono muscular, porque los bebés hacen pequeñas presiones al moverse y buscan los límites del espacio.
Investigar
Dale objetos de diferentes texturas, colores y materiales: ¡los bebés lo quieren investigar todo!
Pista de obstáculos
Antes de echarse a andar, el bebé tiene que controlar todos los movimientos. Convierte el cuarto en una pista de obstáculos con juguetes y cojines que tendrán que sortear.
Juega con él
Jugar con él, perseguirle, hacer una guerra de cosquillas... todo ayuda a desarrollar su musculatura, el sentido del equilibrio y la coordinación. Y, lo más importante: nos reímos juntos.
Música
Para ayudarle a desarrollar agudeza auditiva, ponle música en diferentes idiomas. Así le será más fácil aprender otras lenguas cuando sea mayor.
La comida
En cuanto empiecen a probar distintos tipos de comida, es bueno dejarles jugar con ella. Se sorprenderá con todos los olores, colores y sabores nuevos.
Nuevos retos
Dale juegos que supongan nuevos desafíos para ellos, siempre que sean retos asumibles.
Cuéntale todo lo que pasa
Explicándole las cosas le ayudamos a descubrir el mundo. en la calle, en casa, en el coche... cualquier momento es bueno para "retransmitir la jugada".
Nos ponemos de pie
El siguiente paso al gateo es que los niños se sujeten y eleven por sí mismos. Lo ideal es disponer de un sitio en el que se puedan apoyar con seguridad.
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