¿Cómo actuar ante las rabietas? La clave está en saber cuándo ocurrirán
Aunque cada niño tiene su propia personalidad, existen momentos en los que puede aparecer una rabieta que son muy comunes a todos. Hablamos, por ejemplo, de cuando no queremos comprarle lo que quiere o de cuando le llevamos al cole. Hay pautas que pueden ayudarnos a sobrellevar el momento con paciencia.
Las rabietas… esa palabra mágica que, curiosamente, ninguna familia ni padre quiere escuchar. Una etapa por la que, además, pasarán todos o casi todos los que tengan hijos o niños cerca.
Y es que, la etapa de las rabietas es una de las que más duda suscita en todas las familias y, además, es una etapa muy difícil porque es una de las que más a prueba pone la paciencia y el límite como padres. Ante un llanto desconsolado, un insulto, una trastada o un ‘No’ rotundo por parte de nuestros hijos, es fácil perder los nervios, enfadarse e, incluso, gritar y castigar. Pero, ¿sabías que, en realidad, las rabietas son una oportunidad de aprendizaje espectacular para nuestros hijos?
Para poder sobrellevar las rabietas con paciencia y mimo es muy necesario entender por qué se produce y verlas como parte de un proceso madurativo y de autoconocimiento de nuestro pequeño. Porque sí, verdaderamente son eso: alrededor del año o los dos años los niños adquieren muchas habilidades nuevas y empiezan a sentir cosas en su cuerpo que no habían sentido nunca. Hablamos, por ejemplo, de la rabia, la tristeza, la frustración o el miedo. ¡Y no saben por qué está pasando esto ni, mucho menos, como pueden hacerle frente!
Y se enfrentan a ellas con las únicas armas que tienen: el llanto, el grito o la pataleta.
Quizás, entendiendo esto, entendamos también que el mayor apoyo que tienen para sobrellevarlo y empezar a autoconocerse somos nosotros, sus padres. Y que lo mejor será que no nos lo tomemos como algo personal porque, verdaderamente, no montan una rabieta porque quieran hacernos sentir mal.
Sabemos que son difíciles y que enfrentarse a ellas tomándolas como una oportunidad de aprendizaje es una tarea ardua complicada si solo vemos gritos y llantos a nuestro alrededor. Por suerte, los niños son previsibles y, aunque cada uno es un mundo, suelen ser muy comunes las situaciones donde se producen rabietas.
Por eso, las hemos analizado y, ayudándonos de la opinión de diferentes expertos, hemos hecho una lista con los momentos más comunes donde aparece una rabieta y te ofrecemos tips prácticos y sencillos para actuar en cada caso.
Monta una rabieta cada vez que le pongo en el baño, ¿qué hago?
La disciplina positiva aboga por respetar los niños de cada niño. Son ellos los que nos dicen, entre líneas, cuándo están preparados para comenzar a retirar el pañal, y no pasa nada si ese momento llega después de la edad recomendada.¿Qué significa que monte una rabieta cada vez que le ponemos en el baño? Pues que no está preparado para ese momento y que, quizás, hemos ido con demasiadas prisas.“El niño lo pide: si ya sabe bajarse y subirse los pantalones, si va pidiendo él mismo sentarse…” nos contaba Isabel Cuesta, de @unamadremolona.Por tanto, deberemos cerciorarnos de que el niño está preparado para esa retirada. De lo contrario, podremos provocar en él traumas y problemas como el estreñimiento, las infecciones de orina (se aguantará mucho para evitar sentarse en el baño), etc.
Me pega y me insulta cuando se enfada, ¿cómo actuar?
Isabel Cuesta o @unamadremolona, nos contaba en nuestra charla con Chelino que, aunque nos resulte extraño, lo mejor en estos casos es mantener la calma y tener mucha paciencia con los peques. “Esas explosiones a veces son necesarias”, puntualizaba.Por lo tanto, según ella, lo mejor en este caso es no poner el foco de atención en la conducta porque, si nos insultan y montamos en cólera, su cerebro, que todavía no está lo suficientemente maduro, entenderá que si hace eso les hacemos más casos y volverá a repetirlo en otra ocasión.A veces, aunque intenten pegarnos, lo mejor es abrazarlos, sujetar con mimo, cariño y amabilidad e intentar abrazarlos. Al final, cederán.
No quiero comprarle lo que quiere en la tienda
Vamos a tomar como base lo que nos contó Isabel Cuesta o @unamadremolona, en nuestra charla en directo a través de Instagram.Según la disciplina positiva, lo mejor es pactar con el peque lo que vamos a comprar antes de entrar a la tienda, antes de pasar por un escaparate o antes de que vea eso que le encanta y que quiere con todas sus fuerzas.“Si hemos dicho que, por ejemplo, hoy no va a haber chocolate, es que no va a haber chocolate y punto”, comenta. Lo vemos con un ejemplo:
Mamá, quiero esa tableta de chocolate
Pero, habíamos dicho que hoy no tocaba comprar chocolate
Quiero esa tableta
¿Qué habíamos decidido?
¡Eres mala! ¡Yo lo quiero!
Te entiendo, pero hoy no puede ser
¡NO! ¡Sí puede ser!
Te entiendo, pero no lo vamos a comprar hoy
Isabel, además, nos contaba que no hace falta dar más explicaciones, ni entrar a decirles que otro día puede comprarlo, que lo comerá el fin de semana… “ellos lo quieren ya”, argumentaba.“Saber que lo que hemos dicho, lo cumplimos, aporta mucha seguridad a los niños”.
No quiere recoger sus juguetes: se enfada conmigo
En nuestra charla con Paloma Blanc, la mamá que está detrás del perfil de Instagram @7paresdekatiuskas, nos contó un secreto que todos podemos poner en práctica. Hagamos atractivo el momento de recoger los juguetes. ¿Cómo? Ella nos contaba que los introducía un juego o reto: “a ver quién es el más rápido de todos recogiendo tres juguetes”. Así, nuestros hijos se sentirán motivados y competirán por ser más rápidos que nosotros o que sus hermanos.
Mi hijo tiene rabietas cuando le quito la tableta o el móvil
Lo mejor en este caso es establecer unas rutinas de uso antes de dejarle el aparato al niño. Le informaremos de que solo puede estar jugando con ello durante, por ejemplo, media hora. Después, tendrá que devolvérnoslo. Podemos, incluso, colocar un reloj delante de él para que vaya viendo el tiempo que le va quedando.Si ha llegado la hora y no nos lo devuelve, le advertiremos de que eso no fue lo pactado y de que, de no devolverlo, nos estará demostrando que no sabe utilizarlo y, por lo tanto, ya no podrá volverlo a tocar otro día.
Comienza a llorar cuando llega la hora de la comida, ¿por qué?
Si nuestro hijo experimenta una rabieta cada vez que le ponemos un plato de comida delante, ante todo, deberemos guardar la calma (este tip, como vemos, es común a todos los momentos).Además de esto, los profesionales aseguran que podemos utilizar la comida como un juego. ¿Qué significa exactamente? Que intentemos ingeniárnosla para que nuestro peque se enfrente al plato como si fuera un juego: podemos ofrecerle diferentes alternativas cada día,decorar el plato como si fuera una cara, intentar que no sea siempre la misma persona la que le dé de comer o, por ejemplo, intentar establecer una rutina para que la hora de la comida se produzca siempre a la misma hora y no le pille por sorpresa.
Rabieta cada vez que se va a la cama
De acuerdo a las palabras del Doctor Gonzalo Pin, es habitual que los niños no quieran estar solos y, para ellos, quedarse en su habitación solos para dormir es sinónimo de soledad. “A los 17 meses, los padres somos el elemento de seguridad y su ausencia provoca reacciones de inquietud, temor o evitación”, comenta.¿Qué podemos hacer entonces? Mejor dicho, lo que no hay que hacer nunca es, según el doctor Pin, intervenir en el proceso de sueño: tocarle, hablarle, calmarle, abrazarle… todo eso mejor lo dejamos para otro momento, aunque nos pueda parecer duro.En su lugar, hay muchos tips que pueden ayudarnos: uno es establecer unas rutinas sanas de sueño para que los niños aprendan a ir a la cama sin dramas. Además, intentaremos, durante el día, ir introduciendo en ellos momentos de soledad para que aprendan a separarse un poco de nosotros. Hablamos, por ejemplo, de aprovechar el día para dejarla a ratos jugando sola en su habitación, mientras ve una peli o mientras hace pis.Durante la noche, si vemos que le cuesta mucho quedarse solo en su cuarto, podemos acompañarle e ir alejándonos un poquito más cada día. Es decir, el primero nos sentaremos a su lado para esperar que se duerma, al siguiente colocaremos la silla un poco más lejos, el tercero más, el cuarto casi en la puerta,… así, poco a poco, iremos incluyendo la rutina de sueño sin dramas.
¿Por qué está más irascible desde que llegó su hermanito?
Todos necesitamos que nos tengan en cuenta y poder contribuir en nuestro entorno. Cuando llega un hermanito o hermanita a casa, los niños interpretan que ahora no son tan visibles para nosotros y, además, observan que si se vuelven a hacer pis, tendrán la atención que merecen (lo ven en su hermano). Por eso, podemos experimentar celos o comportamientos que ya estaban superados.Para superarlos lo mejor es intentar tenerlos en cuenta para todos: hacer reuniones familiares, preguntarles qué ropa le pondría a su hermanito, ofrecerle ayuda para bañarle, intentar preguntar siempre su opinión en temas donde puedan contribuir…
Cada vez que toca ducha, también toca rabieta, ¿qué hacer?
“Para conseguir que el niño tolere el contacto con el agua, no debemos meterlo en la bañera a la fuerza, si no convertir ese momento en un juego atractivo y lograr que descubra la relajación que supone un baño tranquilo y divertido”. Este es el consejo que nos da el doctor Florencio de Santiago.
No sabe ir al cole sin llorar
Empezar un cole nuevo, la vuelta a las clases después de un fin de semana o unas vacaciones, supone romper con la rutina establecida para el niño y, por tanto, sentirá miedo y frustración ante los cambios.Lo mejor será intentar establecer una rutina sana días antes de comenzar el cole, para que no le suponga tanto trauma.Álvaro Bilbao, además, recomienda conectar al niño con el presente: no hablaremos de que en un rato habrá que ir a la escuela, viviremos el momento: “ahora estamos guardando las cosas en la mochila”, “ahora vamos a montar al coche”, “mira qué perrito tan bonito hay ahí”, “vamos a esperar un poquito hasta que nos abran la puerta”…
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