Ser Padres

Las frases que influyen negativamente en el desarrollo de tu hijo

¿Alguna vez te has parado a pensar la manera en la que hablas a tu hijo? De ser así, seguro que te gustaría que alguien te dijese si lo que le estás diciendo estará bien o mal y si él podría tomarlo de una manera diferente a la intención inicial. Te contamos cuáles son esas frases tan habituales que, sin embargo, influyen negativamente en el desarrollo de tu hijo.

Marta Moreno

Aunque pienses que su falta de conciencia hará que olviden todo lo malo, la manera en la que te diriges a tus hijos y las palabras que utilizas para corregir su comportamiento pueden tener una repercusión mayor de lo que piensas en su desarrollo y a lo largo de la vida adulta. De hecho, si nos dirigimos a ellos menospreciando de lo que son capaces, recordándoles lo ‘malos que son’ o lo que nos hacen enfadar, quizás podrían extrapolarlo a otras clases de relaciones a medida que vayan creciendo.

Parece obvio, pero viene bien recordar que nuestra tarea como padres es resaltar todas aquellas cualidades que hacen que nuestro hijo sea genial. Recordarle todo el rato, sin embargo, lo mal que se está portando, no tiene ninguna razón de ser. Eso sí, siempre que resaltemos lo bueno, no podemos olvidar hacerlo dentro de unos límites sanos e intentando, en la medida de lo posible, conseguir con ellos una relación de apego seguro (aquí te contábamos si estás preparado para ofrecerla o no).

En nuestro vocabulario diario existen expresiones que tenemos muy interiorizadas (algunas de ellas conocidas como ‘frases de madre’ o ‘frases de padre’) que se siguen diciendo a medida que pasan las generaciones y que, sin embargo, sería mejor erradicar de raíz. Expresiones que no tienen ningún tipo de interés de cara a la educación de nuestro hijo y que, al contrario, lo único que hacen es mermar su libertad de movimiento, de expresión o su personalidad.

Te hablábamos, por ejemplo, de las etiquetas: ‘llorón’, ‘malo’, ‘travieso’, ‘torpe’, ‘el mejor’… aunque estos calificativos los digamos sin ninguna mala intención, los niños tienden a encasillarse en ellos y, además de asumir que son así, les costará mucho cambiar porque se sentirá ‘debilitado’ por esas habilidades que implican las etiquetas.

Sabemos que el reto de la crianza y la educación es algo difícil así que, con el fin de hacerte la vida un poquito más sencilla, te contamos cuáles son algunas de esas frases que deberías ir eliminando de tu vocabulario a la hora de dirigirte a tus hijos si quieres velar por su correcto desarrollo emocional.

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